Refiere Pupita: “…Relata Coco Romero [xx] que por esos años aparte de las murgas nombradas por los medios gráficos y citadas en las crónicas periodísticas había muchas más. Esas murguitas improvisadas que actuaban en forma marginal y espontánea y de las cuales o quedó ningún registro. Sólo los espectadores ocasionales serían testigos de la actuación. En cuanto a las murgas participantes en el circuito oficial algunas semantendrán durante toda la época pero otras tendrán vida corta de dos o tres años. La caída de Perón en el 55, y la política oficial sobre los festejos de carnaval es determinante, pocas son las murgas que llegan hasta la década del 70. Por razones varias los grupos van desapareciendo, no hay murga que pueda demostrar actividad sininterrupciones. Esto no significaba que la murga no estuviera presente en el imaginario y en la fantasía barrial, puesto que, aunque la murga no saliera físicamente se mantenía latente en los barrios, en las charlas de la esquina o en el mundo de los deseos..."