miércoles, 3 de octubre de 2007


¡Dale Murga! El Grupo de Debate y Encuentro Murguero en la Web
En busca de una murgueridad que contenga todas las murgueridades*

Por Pupita La Mocuda


¡Dale Murga! ¡Dale Murgaaaaa! En un principio fue la voz, el grito apasionado, entre desesperado y fervoroso – que aún hoy resuena en mis oídos – de un murguero al tranco largo a contradesfile, pertinaz y empeñado en que se oyera – en que no dejara de oírse – desde el otro confín de un corso pantagruélico y mortecino de la Provincia de Buenos Aires el ritmo y el sonido, inconfundibles e inclaudicables, del bombo y el platillo. Luego, bastantes años más acá, fue un deseo que se hizo realidad de la mano y el esfuerzo esperanzado de muchísim@s amantes de la murga y el carnaval – hoy cerca de seiscientos – no sólo de la República Argentina sino también desde otras latitudes en donde este sentimiento es fuerte y genuino: ¡Dale Murga! El Grupo de Encuentro y Debate Murguero en la Web, es un espacio, una delicada filigrana, que congrega virtualmente personas interesadas en este singular quehacer de la cultura popular que se comunican y potencian mutuamente escribiendo y recibiendo mensajes, compartiendo acaloradas o risueñas discusiones, polémicas, datos, textos, audios y videos, enlaces, fotos, archivos, agenda, actualidad murguera y carnavalera y muchas otras cosas.
Este colectivo, que funciona hace ya casi dos años, pretende ser una instancia de diálogo y encuentro, de inclusión, de construcción conjunta y de confrontación válida y prolífica de ideas, opiniones y reflexiones desde la información inclusiva y la deliberación como herramientas que permitan emitir opiniones y juicios propios o tomar decisiones libre y responsablemente a partir del intercambio fecundo y democrático forjando consensos pero también y fundamentalmente permitiendo el disenso respetuoso y saludable. En nuestra forma particular de hacer historia y de contar nuestra “pequeña” historia, nuestra historia “desde abajo” recurrimos a la memoria y a la experiencia popular para acercarnos a la vida cotidiana y a aquello no registrado por la cultura dominante y las fuentes tradicionales.
Si hay algo que caracteriza a lo murguístico en tanto género artístico y actor social preferencial y privilegiado de la cultura popular – por ejemplo, como agrupamiento forjador de identidad y pertenencia – es su carácter diverso, múltiple, multitudinario. La murga es eso que imaginan, hacen, sienten y piensan “l@s much@s”. Fueron disímiles los avatares socio-históricos a los que se encontró sometida desde sus orígenes. Hija de la realidad que la circunda, se encuentra atada por múltiples lazos al contexto histórico y social en el que está inmersa. Como todo hecho de un campo cultural determinado, y sujeta a las pulsiones y latidos de cada época – lo que se denomina estructura de sentimiento y que no tiene que ver sólo con su conciencia oficial, sus ideas, sus leyes, sus doctrinas, sino también, además, con las consecuencias que tiene esa conciencia en la vida mientras se la está viviendo, algo así como el estado de ánimo de toda una sociedad en un período dado, que no puede palparse ni atraparse del todo pero que suele quedar sedimentado, por ejemplo, en el arte – la murga significa y resignifica, crea y recrea mientras produce y reproduce vaivenes, tensiones y resistencias, uniendo lo atávico con lo cotidiano: en tanto refugio de la negritud arrinconada y diezmada, en su esplendor de mediados del siglo, en la combatividad y lugar de agrupamiento de lo marginado de los años sesenta y primeros setenta, en su (cuasi)desaparición durante la segunda mitad de los setenta, en su tenaz pelea contra el olvido durante los ochenta y su actual florecimiento arrollador como las plantas que cobran fuerza cuando termina el invierno.
¡Dale Murga! nace con el cometido de reparar y (re)forjar lazos, construir puentes y generar vínculos entre todas las maneras de ser y estar en el mundo murguero no a partir de negar el conflicto inherente a toda relación humana sino de la propuesta de superarlo y confrontarlo con la posibilidad de cooperación a partir de la solidaridad y del acto de compartir vivencias, proyectos, propuestas, conceptos, alegrías, tristezas, esperanzas, historias, recuerdos y, por qué no, ilusiones o utopías relacionadas a esta manera, única y luminosa, de vivir el arte y la cultura que el pueblo se ha dado a sí mismo. Con pasión. Para que continúe vivo el espíritu del carnaval y la alegría que derrama. Porque tal como escribiera Don Hélder Cámara “...cuando soñamos solos es, simplemente, un sueño; pero cuando soñamos juntos, es el comienzo de una nueva realidad…”


Dale Murga es un Grupo Yahoo al que podés suscribirte y que funciona en esta dirección:
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También dio pie al nacimiento de la Red de Encuentros Murgueros
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Contacto:
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*Texto concebido para ser publicado en la Revista de las Murgas Independientes de la República Argentina a distribuirse en Suardi versión 2007 a pedido de Ruso de Cachengue y Sudor pero que no pudo ser incluído por razones presupuestarias.

lunes, 1 de octubre de 2007

"De ese Sugerente Color Sepia..."
MURGAS Y CARNAVALES EN LA ARGENTINA DE AYER
Por el Grupo Dalemurga

Aportes a una construcción colectiva de la memoria y la historia de la murga y el carnaval

Testimonios de (por orden de participación):
Héctor “Pichi” Roterio de Los Caprichosos de San Telmo
Pupita La Mocuda
Coco Romero
Fede de La Venganza de los Pobres
Osvaldo de Los Dandys de Boedo
Alfredo Armando Aguirre
Jorge Omar Pereyra
Mariano Víctor Jara
Dany de Los Firuletes de Pompeya
Ramiro de Los Guardianes de Mugica
Fernando “Chipi” Marín de Los Inquietos de Monte Castro
José Manuel Prieto (Esoj) de Eso en mi Barrio es Pelea
Nelly de Los Guardianes de Mugica
Ariel Prat
Negro Paulino Nievas
Fede (Pulga) de Cachengue y Sudor
Feca Feca
Lucas de Los Inevitables de Flores
José de Los Inevitables de Flores y La Fonola Porteña
Sergio de Vicente López
Jorge Mercado de Los Endiablados de Villa Ortúzar
Daniel Gustavo Sánchez
Diego Robacio de Gambeteando el Empedrado
Y
tod@s l@s demás integrantes del GRUPO DALEMURGA desde la lectura sostenedora y solidaria.

Compilado y editado por Pupita La Mocuda




“…No quería dejar de pasar la oportunidad de hablar de Muralla, personaje si los hay. Eso es Muralla, un verdadero personaje. Tuve la suerte de conocerlo en un cumple del Turco.[i] Ese día había una banda de viejos murgueros: Gigue, Lorenzo, Carita, Longo, Carlitos, Pantera y muchos más. Me sentía como sapo de otro pozo (yo llegué a la murga hace apenas diez años) y estar con esos monstruos era algo más que fantástico. (Nunca pensé en emocionarme tanto a los casi cincuenta que tenía en ese momento.) Fue en una cantina de Palermo. Bueno, la cuestión es que todo el mundo que estaba en ese cumple decía: ‘…Yo me saqué una foto con fulanito…" Otro respondía: ‘...Yo me saqué con Sutano.' Todos tenían, según decían, una foto con algún famoso. Muralla sacó de su porta-documento una foto, en blanco y negro por supuesto. En una escalera había tres personas. En la pared de esa escalera había una inscripción hecha en metal con letra inglesa que decía: “Puerta de Hierro”. Las tres personas eran El General Perón, John William Cooke[ii] y Muralla. ¡Ja ja ja ja ja ja ja ja ja! Esa noche me dice por lo bajo: “…Mirá. Ahora toda la cantina deja de hablar para escucharme a mí. Y cantó Remembranzas. ¡Mama! La cantó en sus dos versiones: el tango original y la letra de la murga…” Así relata Héctor “Pichi” Roterio de Los Caprichosos de San Telmo este singular suceso enumerando nombres que evocan rostros preciados de la historia de nuestra murgueridad reciente a la vez que descorriendo el velo sobre una trama de napas temporales que conviven y se resignifican constantemente.
Esta forma particular de hacer historia, de contar nuestra “pequeña” historia, nuestra historia “desde abajo”, a la que acudimos en ¡Dale Murga![iii], es aquella que recurre a la memoria y a la experiencia para acercarse a la vida cotidiana y a las formas de vida no registradas por las fuentes tradicionales. Los recuerdos nos enseñan cómo los varones y las mujeres pensamos, vimos y construimos nuestro mundo y cómo expresamos nuestro entendimiento de la realidad. Los relatos, electrónico-epistolares en este caso, nos introducen al conocimiento de la experiencia individual y colectiva. Porque lo que interesa, precisamente, es la manifestación de la experiencia propiamente humana. Así, puede potenciarse el conocimiento del pasado al proveer voces, por ejemplo, a silenciosas o ajadas fotografías, develar distintas perspectivas, recuperar visiones diversas de los hechos políticos, sociales o culturales y aclarar significados cristalizados por la cultura dominante: otra manera de preservarlo debido a que sólo una ínfima porción de lo recordado se documenta y se registra.
En este sentido es que podemos decir que tod@s somos sujetos de lo histórico. Memoria e historia se abrazan y se adecuan una a otra. La propia vida y experiencia se entreteje con la vida y experiencia de otras personas. De ahí que nuestro testimonio de lo vivido y la exploración de nuestros lugares de memoria sean valiosos y merezcan ser recordados en la reconstrucción del tiempo pasado. En lo que aquí nos compete, agrupaciones tales como las murgas, comparsas o grupos humorísticos conformadas por el pueblo mismo reconfiguran y reacomodan un saber y un hacer de antaño que se crea y se recrea al margen de las instituciones participando de la fiesta popular por excelencia: el carnaval.
Pregunta Pupita refiriéndose a la película La Murga de René Mugica, realizada en el año 1963. “¿El tema es murguero o se toma la murga meramente como una excusa para la trama? [iv]
Coco Romero señala: “…Pupita, como René Mugica es un gran costumbrista, tiene esta película elementos interesantes y valor documental. A partir de un hecho real se llevó a la ficción. En mi libro agrego alguna información complementaria. Desde que hago talleres la recomiendo, pues es uno de los primeros antecedentes de la murga de niños (con los elementos tradicionales del tachín - tachín) en formato de película. Los inmigrantes, las diferencias de clases, el discurso de lo oficial a través de la voz de un cura desde el púlpito, el conventillo, y la murguita que salió a cantar para ayudar a otros. Es un aporte a la murga de entonces que no se repite en cine con ese formato. Cada tanto la pasan en el canal Volver[v]…”
Fede de Venganza de los Pobres cuenta: “…es una película argentina que ejemplifica la murga de chicos que Nariz llamaba del tachín- tachín y que cuando el director se enferma de polio lo ayudan… ”
Y Osvaldo de Los Dandys de Boedo agrega: “…Yo la vi. Trata de una bandita de pibes de barrios que juegan al fútbol y también arman una murga para el carnaval, pero es muy poquito lo que muestran en realidad”
Alfredo Armando Aguirre se incorpora al intercambio: “Entre mis relaciones me jacto de conocer mucho de cine argentino de la época de oro. Tengo más o menos fichado todo lo que se fue estrenando desde Tango en 1933 hasta fines de 1959. Después tengo algunos baches. Como este de La Murga. Como esa es la época previa al comienzo del declinar de las murgas, que se produjo en la autodenominada "Revolución Argentina", (vulgo Onganiato), y barrunto que con la ayuda de la Iglesia Católica, que nunca se bancó al carnaval y no en el "Proceso" (que se limito a sacar el feriado, imagino que asesorado por la institución antes mentada), era interesante saber de su contenido porque el autor no se andaba con chichitas y era un cine muy costumbrista. Me alegra y comparto el juicio de Coco Romero. Poco se habla de las murguitas, tipo "Los Chicos de Ensenada" donde yo "salía" entre 1954, 1955 y 1956. Esas murguitas salían cuando bajaba el sol, luego del juego con agua. Los tambores y los bombos eran latas de dulce de batata, de aceite y los platillos eran los de las tapas de cacerola. A veces alguno se pintaba con carbón o con los lápices de labio de las mamás. Era como el inicio a las murgas de verdad. Se hacía un estandarte de lo que se podía. La mía por el estandarte parece que había comenzado en 1953. Dábamos vueltas por el barrio y pedíamos propina luego de cantar algo: El cantito era así:
"La rana tiene cola
El sapo tiene espinas
No se hagan los otarios
Y aflojen la propina”
Se solía cantar en la puerta de los bares que tenían por el verano las mesas afuera. Por eso creo que vale la pena ver la película con atención…”
Jorge Omar Pereyra hace memoria: “Acá en Merlo se jugaba al carnaval… con los vecinos… con los parientes… con los amigos y por supuesto con amigas… ¿Baldes de agua? Acá se hacía todo un sistema de inteligencia para mojar a aquellos que no querían salir de sus casas: baldes, bombitas, pomos, jarras… Todo aquel recipiente que servía para juntar agua se usaba… y eran capaces de pasar largos ratos escondidos esperando que se asomen los que estaban secos. ¡Qué fiestas! Y después al corso… Allí se bailaba, se jugaba… Mirábamos las murgas y comparsas que desfilaban… Y buscábamos la manera de conquistar la chica que nos gustaba… ¡Cuántos recuerdos!”
Mariano Víctor Jara expresa: “…Buenoooooo Jorge...tu nostalgia optimista me ha devuelto al debate en Dalemurga. Yo nací en Balvanera. Realmente no me acuerdo por razones de edad… pero por suerte tengo a mi vieja y a un tío sobrevivientes de la dictadura que me cuentan de la época de oro de los carnavales, mi vieja me contaba que antes de la noche negra del 76,donde vivíamos cerca del Shopping Spinetto, que en esa época era un mercado, nuestra casa tenía o tiene –porque existe todavía ahí por la calle Alsina – un pasillo laaaaargo que en realidad son departamentos pegados unos al lado de otro; y mi vieja me contaba que a cierta hora de la tarde todos los vecinos bajaban al pasillo con su balde de agua y se armaban batallas en el buen sentido... Después terminaba la fiesta y todos colaboraban para secar el pasillo y a la noche a esperar la murga del barrio que bailaba en el mismo pasillo donde se jugaba al agua, para luego invitarte al teatro o a la Avenida de Mayo. Yo le decía a mi vieja: ‘¡Me estás jodiendo! ¡Tanta solidaridad en este país! ¡Uuauuuu! ¡Todo lo que asesinaron! (…) [vi]
Retoma Jorge Omar: “…Con respecto a (…) las murgas antes de la dictadura (…) hubomurgas muy grandes cuentan los más viejitos. Los corsos se realizaban en la Av. Libertador en Merlo, que tiene un bulevar y una extensión de 6 cuadras, iban y venían desfilando. Yo recuerdo, de pequeño, que las familias se juntaban allí, disfrazadas unas, otras jugaban con un martillo de plástico. Otras con un pequeño pomo tiraban agua pero todo era sano. Elegían la Reina del Carnaval; había concursos...”
Dany de Los Firuletes de Pompeya confirma: “Es muy cierto lo que cuenta Jorge, un amigo ya conocido. Merlo tiene mucha historia de carnaval.... Los corsos de la avenida eran fabulosos, así como también los de Parque San Martín… Y más cercano a mí los corsos en mi querida Pompeya, nuestro barrio acá en Merlo...”
Ramiro de Los Guardianes de Mugica sostiene: “…Hay poco de la murga actuando pero tiene algunas cosas interesantes. La película es del 63 pero la historia creo que era de los 50 y muestra cosas que de alguna forma siguen pasando: Un murga de pibes (Los Amantes de la Garufa) de un conventillo a la que mucha gente, como el cura de la iglesia, los echa y desprecia. Su "Director" (también un pibe) se enferma y muere porque el hospital no estaba equipado para tratarlo. Después, la murga actúa en varios barrios y con lo recaudado ayudan al hospital. Termina con alguien que dice algo como "...y todo gracias a la murga". Eso es de lo mejorcito, reflejando un poco esa unión y función social que hay en la murga. Una parte divertida es cuando están armando la murga y discutiendo que nombre ponerle y uno propone que se llame "Proletarios Uníos” (¿Será el abuelo de Mariano?). Obviamente, la calidad del sonido no es muy buena y se entienden la mitad de los diálogos, pero vale la pena tratar de verla. Tiene algunos momentos interesantes: muestra el contraste de gente de "clase alta" que desprecia a la murga por ser "cosa de negros" con los pibes en el barrio. Si pueden verla contemplen un detalle: el gordito que toca el bombo no tiene platillo (¡Chán!). Y el ritmo es un pulso muy derecho - en el lenguaje "académico" (…) serían dos compases de 4/4 que se repiten: dos blancas, dos negras y una blanca. Ojo tampoco tomemos a esa película como la verdadera historia de nuestro carnaval; es solo una película pero que puede aportar….”
Pupita añade: “Esta puntada hilvanada en 1963 da cuenta de la profundidad de la memoria colectiva y de que el hilo no estaba totalmente cortado. ¡Y no llegó a cortarse del todo luego! Algo de esto está también presente (por lo menos en el nombre, y esto sí lo recuerdo del libro de Coco) en Pajarito Zaguri y su Murga del Rock and Roll en 1975 con el pibito en la tapa. El relato de Alfredo me recuerda lo que me han contado en mi ámbito familiar de Los Fantochitos de Iberá y Donado (derivación de Los Fantoches, célebre murga también de esa esquina, que hoy en día luce orgullosa la fecha 1933 en su estandarte) que tenían una impronta muy parecida a lo que cuenta él de su murga de Ensenada. De las murgas de tachín - tachín puede verse esta antigua fotografía que generosamente aporta Fernando “Chipi” Marín de Los Inquietos de Monte Castro en la que se observa a su abuelo Tati”[vii]



Al respecto nos cuenta Chipi: "Se llama Tati y tuve el placer de que saliera un carnaval conmigo cuando sacaba a los Desfachatados del Bajo Belgrano (2002, 2003, 2004 y 2005). Ahora tiene ochenta y cuatro pirulos y si le insisto un poquito... ¡Hasta capaz que sale con Los Inquietos! Allí está con sus compañeros luciendo los trajecitos de su murga de tachín - tachín, "Los Habitantes de la Luna" ¡Me resulta tan gracioso el nombre! A veces me canta las canciones, onda como las cantaba Nariz..." Y luego hace un certero llamamiento: “…Creo que es el momento justo para que algún viejo murguero que haya vivido y experimentado las décadas del 40 y 50 den su opinión al respecto. También es muy productiva la lectura del libro de Coco Romero”.[viii]
Continúa Alfredo refiriéndose a la intervención de Ramiro: “En su comentario sobre la película (…) a él le llama la atención que el bombo y el platillo estén separados. Bueno, cuando yo empecé a ver la movida murguera de aquí hace unos diez años, lo primero que me llamó la atención era que el bombo y el platillo iban juntos. Hasta ese entonces eso lo había visto en las bandas de circo. Siempre teniendo en cuenta mis intensas vivencias a los cincuenta en Ensenada, Berisso y La Plata, en esa época el bombo y los platillos iban separados. Y había tambores, además de redoblantes, que ahora por lo menos en las murgas porteñas y metropolitanas han desaparecido. Ahora bien, si uno repara en el mural que hay en frente al Parque Lezama, al entrar a la Boca, por la avenida Almirante Brown a la izquierda, allí aparecen el bombo y el platillo juntos, aparece una cuika o algo muy parecido y una suerte de instrumento de madera, que hace supongo mucho ruido. Supongo que los artistas se habrán inspirado en fotos de los corsos de La Boca. También aparece el acordeón, lo que coincide en que allí se salía con lo que se tenía a la mano.”
Se suma Mariano: “Yo la verdad no recuerdo haber visto esta película, pero parece piola. Además trabaja mi abuelo, como dice Ramiro. ¡Ja ja ja ja ja! No soy un fanático de las películas de la época pero en vacaciones me enganchaba los sábados a las 14 horas, creo, a ver pelis viejas argentinas en canal 7 (…) Sanmartiniano … Mmm … No sé, me parece que así se llama... Un chabón con peluquín y el pelo bien teñido de negro. El loco pasa pelis de Tita Merello o esas de teléfono blanco en las que trabajaba Mirtha Legrand... Pero esa me la perdí… Son las de Sono Film, nooo? Con los hilitos que aparecen y la voz a destiempo; son muy bizarras. Me encantan. O las de Hugo del Carril, en las que el chabón enamorado mal con la finoli... que me parece que le hace las mil y una; hay una escena cuando llega al conventillo en dope y amargado la chica que realmente está enamorada de él lo mira de lejos acongojada... ¡Alucinante! El programa se llama Cine de Barrio.”
Escribe Ramiro: “Sí, no es que me llame la atención. Fue más que nada una intervención provocadora, sobre cómo en otros tiempos había murga y no tenían bombo y platillo como algunos dogmáticos nos quieren hacer creer. El tema es si queremos mantener una tradición cuantos años atrás tenemos que volver. Ojo, me quedo con los ritmos que escucho ahora con bombo y platillo. La cuika gigante en realidad es la sambomba, un instrumento que viene de España y que utilizaban murgas acá hace mucho tiempo. Quienes hayan visto El Fulgor Argentino, del Grupo de Teatro Catalinas, cuando aparece la murga "Los Amantes del Ananá" cerca de 1930, hay bombo, zambomba y matraca. Ojo, yo tampoco sé si había algún criterio. Si las murgas eran todas iguales o había diferencias según barrios o lugares, o si paralelamente en el tiempo convivieron distintos estilos (algunos con bombo y platillo y otros sin, o con sambomba)…”
En este punto, Héctor “Pichi” Roterio cree necesario expresar: “Vamos a tirar agua a ver si aclara. Por empezar El Grupo Catalinas no es para nada una murga, es un grupo de teatro. Eso para empezar. Ahora bien, Ensenada, qué yo sepa, no es un barrio de la Ciudad de Buenos Aires – cómo verán no hablo de barrio porteño porque Ensenada tiene puerto; por ende es un lugar porteño – y cuando hablamos de murga porteña hablamos de la ciudad de Buenos Aires. Los viejos murgueros y los viejos vecinos de esta ciudad hablan del bombo con platillo. La película La Murga no me dice nada, absolutamente nada, ya que cuenta una historia de solidaridad, no de murga. El eje no es la murga sino la solidaridad de los vecinos. Ejemplo: la curia a la murga la mató siempre y en la película el cura es uno más solidarizándose con el director. Estoy totalmente seguro de que tanto el guionista como el director no se interiorizaron en lo más mínimo en lo que era una murga. Por otro lado, en la Boca no sólo había murgas sino que también había comparsas y agrupaciones humorísticas de carnaval. Moraleja: no es lo mismo Lola Montes que te montes a Lola. Una cosa es una cosa y otra cosa es otra cosa…”
José Manuel Prieto (Esoj) de Eso en mi Barrio es Pelea pregunta: “¿Los pibes sólo cantan por los bares o hacen algún tipo de baile?”
Nelly de Los Guardianes de Mugica sostiene: “Vi por primera vez el film La Murga en agosto del 2000. Y de ahí, no paré de recomendarla. Creo que hoy, más que nunca, los murgueros debieran verla, para poder apreciar las coincidencias que tenían murgas de hace más de 50 años con las del presente, sobre todo en el sentido social (que fue lo que más me impactó). Pero con respecto a lo artístico sí hay diferencias (en los instrumentos, ya lo marcó antes Ramiro, sobre el bombo con platillo), y en cuanto a los pasos de bailes, por lo menos en lo que se ve en la peli, no hay coreografías para todo el cuerpo de baile como tenemos hoy.
Es el turno de Ariel Prat, quien recuerda: "... En 1988, llevé a un ensayo de "Los Elegantes de Palermo" al equipo del director (fallecido de repente en agosto del 98) Osvaldo Andéchaga para unas tomas de los bombos de la murga que se usaron en su gran película Ciudad Oculta para ambientar la secuencia del film que muestra la gloriosa toma del Lisandro de la Torre y su posterior represión.[ix] En esa peli hay música incidental de este juglar; en las partes de bailanta de la pareja protagonista (Lito Regúnaga e Isabel Quinteros) suena "Ven a cumbiar conmigo".[x] Trabajaron también Edgardo Suárez, Raúl Lavié, el negro Paulino Andrada... Es una peli que más allá de la anécdota murguera, vale la pena ver por su sensibilidad social y está filmada gran parte dentro de la villa misma, muy de adentro, sin visiones apologistas ni de caídos del catre. Otra perla que se debe buscar en los archivos de canal 13 (creo, si no, será otro), es un sketch de Carlitos Balá (en sus años mozos murguero en Chacarita) en el que haciendo de taquero de esquina dirigiendo el tráfico con su silbato, se va transformando en murguero y ¡¡termina bailando murga!! Es genial..."
Negro Paulino Nievas señala: “Quisiera hacer un aporte a las reflexiones que en estos últimos días he leído en el foro al respecto de cuestiones que abordan el tema de la identidad, la tradición, el carnaval y la murga. Empezaría consignando que el primer embate contra el género y contra el carnaval, como expresión popular comienza con el sangriento golpe de 1955. Esa dictadura, con la firma del presidente de facto General Pedro Eugenio Aramburu y de su vicepresidente Almirante Isaac Francisco Rojas, promulga – entre otros – un decreto, en 1956 que redefine los feriados nacionales. El nuevo decreto confirma algunos de los feriados anteriores y modifica otros, en este caso el feriado de lunes y martes de carnaval que de ser feriados nacionales, es decir obligatorios, (entre otras cosas obligaba a un empleador, a pagar extra por ser feriado) pasan a ser optativos (es decir ya no obligan). En esta situación se continúa hasta el año 1976 en que una nueva dictadura, con un nuevo decreto, vuelve a redefinir los feriados, en este caso simplemente, desapareciéndolo del almanaque. Con respecto a cuanto atrás debamos ir, como referencia para anclar el género, el estilo, es mi parecer que debemos tomar como base el momento de mayor esplendor del género (me estoy refiriendo al Centro Murga). Ese momento fue de aproximadamente 1940 a 1955 exactamente.El golpe contracultural cristaliza el género, lo pone en el freezer, lo persigue y lo margina impidiendo su desarrollo en libertad. La complicidad de esa clase media tan bien retratada por Arturo Jauretche en "El medio pelo en la sociedad argentina" colabora en la discriminación. A la violencia del golpe que es cultural, (la "gente" triunfa sobre la "chusma") se le suma la identificación que se hace del bombo de murga como símbolo de la "patota" peronista. A partir del decreto 4161 del golpe de1955, que prohíbe los símbolos del peronismo recién derrocado, el bombo de murga, que el peronismo llevó a sus concentraciones multitudinarias y lo hizo su símbolo, es anatematizado. Su sola aparición o percusión en las circunstancias que fueran, evocaban las "patotas siniestras del régimen depuesto", con la consiguiente condena de la "gente" (es decir el grueso de las clases medias urbanas antiperonistas). Esas clases medias que dividían a la gente entre "los grasas" y los que no lo eran. Y los peronistas eran los grasas. Hasta que Malvinas sacude la tilinguería eurocentrista y probritánica, y "nacionaliza" hasta el rocanrol imperial norteamericano en "rock nacional"¿...? El comienzo de la democracia, encuentra al bombo también "nacionalizado". Ahora lo tocan desde los militantes del P.C. a los de la U.C.D. Este es el momento, en mi opinión, en que los hijos de esas clases, empiezan a sentirse nacidos acá, y no ya como exiliados de Europa en América…”
[xi]
Alfredo interviene: “Porque la muchachada no sabe y no le han dicho, que la madre del borrego de todas las tropelías posteriores fue la autodenominada Revolución Libertadora" (Fusiladora, diría Jauretche). (…) En los carnavales de 1957, para ir al corso de Berisso desde nuestra Ensenada de Barragán, teníamos que pasar por el Club YPF, en la puerta de la destilería. Allí estaban apostados los Infantes de Marina que tenían movilizados a los obreros obligándolos a trabajar. En ese entonces una audición de Radio, "La Revista Dislocada", había puesto de moda una canción que decía:
"Debe se, lo gorila, debe se
Que andarán por ahí...”
Bueno como era la época del decreto 4161/56 que en un festival de aberraciones en materia de derechos humanos, se lleva todos los premios – claro, en esa época, Amnesty no existía y los estudiantes universitarios eran aliados de los represores – se tomo esa canción como un emblema de la resistencia. Por eso al llegar con el camión a donde estaban los Infantes de Marina, la murga "Los Cariocas" de Ensenada les cantaba:
“Debe se, lo gorila debe se
Que andarán por ahí…"
Te imaginas como me acorde de eso cuando medio siglo después (marzo de 2007) fui a cerrar los carnavales con mi murgón en ese Berisso...”
Pupita escribe: “…Aquí transcribo para quien le interese algunas líneas del libro de Coco Romero, "La Murga Porteña. Historia de un Viaje Colectivo", Colección La Andariega, Editorial Atuel, Buenos Aires, 2006, de inestimable valor (…) para tod@s l@s amantes de la historia de la murga porteña: ‘... El film está inspirado en un hecho real que los diarios recogieron como noticia curiosa en 1956: una murga de chicos había depositado en una comisaría, a beneficio de los niños enfermos de poliomielitis todo el importe recaudado durante los días de carnaval. Fue el primer gesto, la primera dádiva a favor de los atacados por ese terrible mal.Este gesto tan conmovedor fue el eslabón inicial de toda la campaña desatada luego para combatir el implacable mal…’ Taboada, continúa Pupita, el guionista de la película - citado en el mismo libro - en una nota ("La murga, crónica de un gesto", aparecida en el diario La Nación el 2 de abril de 1963) dice: ‘(...) no es un libro hecho por encargo. Lo escribí en épocas de poca actividad cinematográfica y estuvo durante largo tiempo en un cajón (...) He querido imprimirle al ambiente ese clima muy porteño de "tragedia a priori", sin llegar al tono total de tragedia que la tradición delsainete impulsa en los inquilinatos. El barrio, el conventillo, el baldío, el fútbol callejero, el corso de barrio, el carnaval del juego del agua desfilan como telón de fondo de la vida de un grupo de chicos porteños..." A continuación Coco Romero recoge las reflexiones de Fernando Peña, quien en 1993, va a decir: "... Tal vez porque expresaba tipologías y sentimientos propios del gusto popular de los '50, cuando yaestaban soplando los vientos de los primeros '60, descreídos y en mucho renovadores, la obra fue acusada de falsedad sensible. No es que Taboada gustara de poner demasiados violines a sus páginas. De hecho, en la murga hizo que uno de los personajes cuestione amargamente los presuntos cambios prometidos por la revolución de 1955, y aunque la frase pueda pasarse por alto hoy, es claro que nose habrá escapado al espectador de 1963. (...) La literatura de Taboada encontró un complemento preciso en esa rara precisión para el apunte visual que caracteriza a Mugica y lo mejor de ambos se complementó a la perfección en todos los detalles de descripción costumbrista: juegos de agua en carnaval opuestos a las censuras del cura, padres que no prestan el barrilete a sus hijos, bohemios con bandoneón que sabe de flores pisoteadas, fútbol de potreros con un gordo que deja el arco cuando lo llaman a comer. Estas características no sólo resultaban extrañas al intelectualizado panorama cinematográfico de 1963, sino que además han adquirido con los años un valor casi testimonial…’”
Negro Paulino agrega: “…Los más viejos tenemos la obligación de contar lo que sabemos y lo que hemos vivido. A propósito, les paso un resumen con lo más sustantivo del mentado decreto 4161/56. Es una muestra, de lo que hace cincuenta años fue una contrarrevolución cultural, en la que la murga y especialmente el bombo, como símbolo fue una de sus principales víctimas. DECRETO-LEY 4161/56 Art.1: Queda prohibida en todo el territorio de la nación: a) La utilización, con fines de afirmación ideológica peronista... de las imágenes, signos, expresiones significativas, doctrinas, artículos y obras artísticas, que pretendan tal carácter, o pudieran ser tenidas por alguien como tales, pertenecientes o empleados por los individuos representativos u organismos del peronismo. Se considerará especialmente violatoria de esta disposición la utilización de la fotografía, retrato o escultura de los funcionarios peronistas o sus parientes, el escudo y la bandera peronista, el nombre propio del presidente depuesto, el de sus parientes, las expresiones peronismo, peronista, justicialismo, justicialista, tercera posición, la abreviatura P, las fechas exaltadas por el régimen depuesto, las composiciones musicales Marcha de los muchachos peronistas y Evita capitana, o fragmentos de las mismas, y los discursos del presidente depuesto o su esposa, o fragmentos de los mismos. b) La utilización por las personas y con los fines establecidos. c) La reproducción por las personas y con los fines establecidos...Art. 3: El que infrinja el presente decreto-ley será penado: a) Con prisión de treinta días a seis años, y multa de m$n 500,-a m$n 1.000.000,- b) Además con inhabilitación absoluta por doble tiempo del de la condena. c) Además con clausura de quince días y en caso de reincidencia con clausura definitiva. Art. 4: Firma del Presidente Gral. Aramburu y el Vicepresidente Alte. Rojas.
En este momento del debate, Mariano aporta algunos conceptos de Noé Jitrik, escritor y crítico literario, acerca de la tan mentada frase: “Alpargatas sí; libros, no”.
[i] “…La frase que se hizo famosa en el año 1945, cuando el conflicto político, con telón de fondo de los estertores finales de la guerra mundial, se coagulaba en un violento enfrentamiento peronismo/antiperonismo, fue “alpargatas sí, libros no". Era o parecía una opción; o se estaba con los libros, lo que suponía valores culturales exclusivos y excluyentes, o se estaba con las alpargatas, sustantivo que implicaba justicia social. En su irrupción combativa, sólo de un lado, porque nadie replicaba invirtiendo los términos, nadie decía "alpargatas no, libros si", la opción fue vista por ciertos sectores afiliados a los libros, o sea a la cultura ,como reaparición de una barbarie que se inscribía a su vez, en la tradición conceptual y política sarmientina, adoptada desde 1880 en adelante como ideología indiscutible, desde luego, hubo quienes no aceptaron en su momento tan fácilmente el predominio de ese concepto, pero eso no quiere decir que fueran partidarios de la barbarie, al menos de la que Sarmiento había condenado. El mejor ejemplo de ello fue José Hernández, uno de los precursores del populismo posterior, enemigo del indio (bárbaro), conciliador con el mundo gaucho (semibarbaro), finalmente integrado al plan liberal roquista que suponía al mismo tiempo la eliminación del indio y la desaparición del gaucho. ¿Se podría, sin ser groseros, relacionar el peronismo del periodo menemista con las alpargatas? Por de pronto, nunca la civilización -los manoseados libros-ha sido homogénea, como nos lo enseñó Walter Benjamín cuando señaló ,inolvidablemente, que todo documento de civilización es también un documento de la barbarie, ni la barbarie es tan compacta como para no dejar entrar ningún elemento de la civilización. Así ,libros, más allá de sus presuntamente privilegiados detentadores, significa cultura, ciencia, artes, una idea de humanidad basada en valores superiores, en ejemplos luminosos, orgullo de la civilización humana, el viejo humanismo que liberó al mundo de la siniestra oscuridad teológica. Alpargatas, a su vez, describe una situación esencialmente inhumana e injusta, desde la carencia absoluta de bienes que la civilización produce hasta, lo más negro, la falta de futuro, la enfermedad y la muerte a corto plazo.Detrás de esa palabra se agazapa la palabra JUSTICIA, eso que es tandifícil de lograr cuando el privilegio se le opone y eso ocurre casi siempre. ¿Será posible pensar un continuo entre los dos conceptos? Así un país que no protege sus ciencias y sus artes jamás podrá promover el acceso a esos bienes a quienes piden JUSTICIA; es más, esa JUSTICIA se aleja a medida que lo exquisito se ahoga. Pensar que conservar el antagonismo y la oposición, conservar esos "sí", esos "no" como si no pudieran disolverse en un "acaso" supone la aniquilación de unos y la esclavitud de otros. DE MODO QUE, LIBROS SI, ALPARGATAS SI…”
Fede (Pulga) de Cachengue y Sudor refiere: “…Creo que hay algo así como un agujero negro que no nos permitió continuar con establecer un arraigo con la historia. El carnaval y sus agrupaciones tienen un arraigo en las inmigraciones europeas y a la población negra que fue forzada a venir para estos lados dada la esclavitud que regía épocas atrás. Si bien hay algún sostén de la historia murguera, no son mayoría las murgas que se ocupan de incluirla en su mensaje y son menos las que se encargan de transmitir la historia a los integrantes más jóvenes. En algunos casos, se da el mensaje de que la murga es solo para distraerse de los problemas de la vida en carnaval y cosas por el estilo. Esta fiesta popular tiene una carga política (no partidaria), social y cultural que en algún lado del tiempo se hizo difusa y hoy existen algunos que intentan reflotarla y otros que no. Creo firmemente que, con sus transformaciones lógicas sufridas en este tiempo, se debe acudir a aquellos que conocen y juntar información para desempolvar los cuadernos de la historia del carnaval... Para eso... hay que juntarse...”
Negro Paulino señala: “…Me parece muy acertada la intervención de Mariano con la cita de Jitrik sobre la consigna "alpargatas sí, libros no”. Creo que es el motivo de fondo del drama argentino, y que Sarmiento en el Facundo retrata franca y directamente. Para Sarmiento se estaba con la civilización (Europa) o con la barbarie (América). Todo lo que viniera de Europa o tuviera sus modos era "civilizado" y todo lo que fuera originario de América era "bárbaro". Por lo tanto, como decía Jauretche, ellos vienen con el sombrero hecho en Europa, si uno acá tiene la cabeza más grande, ellos no agrandan el sombrero, uno tiene que achicar la cabeza. El caso de "alpargatas sí...", me parece que fue una consigna de lucha, de la masa peronista, que en su mayoría era mestiza, indo-americana, que reaccionaba contra el antiperonismo más activo del la F.U.B.A. del momento (los hijos de las clases medias blancas de Buenos Aires, hijos y nietos de los inmigrantes europeos y las clases altas) que eran y son la punta de lanza de la colonización europea en nuestro país. (Hasta la reforma de la Constitución del 94', el artículo que se refería a la inmigración, consignaba expresamente que se privilegiaba la inmigración de origen europeo.) Resumiendo, ante el agravio racista, (el diputado radical Ernesto Sanmartino, calificó de aluvión zoológico a la masa peronista) la masa levanta el agravio y lo hace bandera, como Eva Perón que toma el insulto a su pueblo, y lo hace caricia de madre, "mis grasitas" los llamaba. Y levanta su alpargata de "cabeza" como bandera para oponerla a las bibliotecas que los "gorilas" (¿No es cierto, Alfredo?) les tiraban por la cabeza. Y los libros estaban escritos en su mayoría por europeos de todas las épocas, o por americanos que pensaban el mundo desde Europa…”

[xiii]
Pupita sostiene: “…El género murguero no escapa a las generales de la ley de la sociedad en la que nació, creció y sigue desarrollándose a pesar de los incontables avatares a los que se ha visto sometido. Muchos han sido las rupturas y los quiebres sufridos por todo el espectro de las culturas populares a lo largo de las últimas décadas. Esto sin contar, por supuesto, la vergonzante tradición de muerte, tortura y desaparición forzada de miles de hombres y mujeres que la encarnan y que pertenecen a los sectores y las clases oprimidas de nuestro país. La mayoría de las veces nos hemos referido al corte más oscuro de nuestra historia reciente, como lo es el comienzo de la última de las dictaduras militares que comenzara en 1976 y lo que significó en términos de represión y crudo aniquilamiento. Sin embargo, tal como sostiene Negro Paulino, hay quienes ubican un primer resquebrajamiento en el año 1955. Y creo que no se equivocan. Hay un modelo de integración y cohesión social que comienza a romperse allí y cuyo paulatino desmantelamiento va a culminar varias décadas más tarde con los resultados evidentes y devastadores de destrucción de solidaridades, fragmentación y exclusión de much@s. Allí se conforma uno de los eslabones de lo que se ha llamado colonización pedagógica con el consiguiente escarnio de toda fuente o prestigio que permitiese en el futuro encontrar las bases de un pensamiento nacional. Hay una correlación muy fuerte entre los elementos de la murga y el carnaval y la simbología y el lenguaje herético e iconoclasta del peronismo en su relación a la cultura oficial que trastoca e invierte las formas y el sentido de los límites. Esto es muy claro, por ejemplo, en las descripciones que se hacen del primigenio 17 de octubre. No solamente las referencias a los bombos sino también lo que se describe como ropaje "estrafalario", los bailes, los cantos, la sensación de fiesta y subversión del orden establecido. En 1972 Fernando "Pino" Solanas filma "Los Hijos de Fierro".[xiv] (…) Es una película en blanco y negro y comienza con un sonar lento de bombos al que se agrega una voz en off que hilvana un relato. Un par de minutos más tarde la cámara toma un grupo de personas de todas las edades que viene entrando como una murga (aunque no vestida como tal) al ritmo de varios bombos, algunos con platillo, otros no y redoblante. Bailan, dan patadas y brazadas murgueras, tiran papelitos, revolean banderas argentinas. Se escucha el canto de l@s niñ@s: "Meta bombo y a contar, la memoria popular..." Se nota que es la década del setenta por la vestimenta pero lo que se cuenta hace alusión a 1945. En fin, es la visión de este director sobre esta relación tan peculiar pero que vienen a cuento de esta apasionante y crucial cuestión que estamos debatiendo. En un video (un "clip") fundante y precursor en mi opinión (teniendo en cuenta el momento y las circunstancias históricas en que fue hecho) y que cada vez que lo veo me gusta más - estoy hablando de El Murguero de Los Auténticos Decadentes - se retoma no ya lo estrictamente político sino la herencia social y cultural que se recibe: " Las zapatillas gastadas / de bailar tanto por la avenida /el bombo y los estandartes / mis compañeros en esta vida / es tradición de mi pueblo / herencia del negro que aquí llegó y que contrasta terrible y tristemente con las interpretaciones posibles que se desprenden del video que muestra el cuplé de la murga uruguaya Asaltantes con Patente en su "imitación" de la murga argentina…”
Mariano señala: “…Muy buena la reseña histórica, Paulino, de un nivel espectacular. ¡Siga escribiendo Maestro! Y al otro Maestro , Alfredo, le digo que siempre escribo de junio 1955. ¡Es más! Tengo un cuento que se llama Bombo y Levita en el que trato un poco el tema en forma de ficción y, por supuesto, a John William Cooke, baluarte de la Resistencia Peronista , que lejos de polemizar pero en honor a la verdad, el “Gordo” Cooke le dijo al viejo que se exilie en Cuba y el viejo prefirió España. Soy anarquista pero no soy "gorila" y me quedo con el “Gordo” Cooke, otro que quiso cambiar el peronismo desde adentro... ¡Y dejémoslo ahí! Sigan contando Maestros es una delicia leerlos…”
[xv]
Contextualiza Alfredo: “… Tengo para mí que si hay algo inconceptuable es el fenómeno peronista. Como diría un autor hay elementos "transinteligibles en él". Pero me queda claro que el peronismo y la universidad, como mascarón de proa del sistema educativo formal, se dan de patadas. En realidad esto ya lo había anticipado el gran Saúl Taborda, en su conferencia de 1932, donde uno de los númenes de la Reforma Universitaria de 1918, calificó a la universidad como "hortus conclusus" (jardín cerrado en sí mismo). Corría 1945, y los estudiantes de la Universidad de La Plata habían resuelto dar batalla al avasallador peronismo (que todavía no se llamaba así). Entonces desde los frigoríficos de Berisso, partió una manifestación de trabajadores y frente a la sede la Universidad les gritaba a los estudiantes que la ocupaban, para defender la "autonomía universitaria" la consigna que luego haría historia:"Alpargatas si; libros no". En Argentina antes de Taborda, hubo quienes se anticiparon a tomar partido por la barbarie, los pioneros fueron Mansilla, el de la "Excursión a los Indios ranqueles" y Godofredo Daireaux. Luego casi en simultaneidad con Taborda lo hizo Canal Feijoo, que vaya a saber por qué, terminó conformando la pléyade de intelectuales gorilas visceralmente antiperonistas. En 1953, hubo un ensayo esclarecedor de un Rodolfo Kusch, que aun no había calado la dimensión del fenómeno peronista. Sin embargo escribió un ensayo, con un título que aun estremece. "La seducción de la barbarie: Análisis herético de un continente mestizo". No me olvido de Jauretche, pero este es más conocido y los otros menos aunque más profundos y agrego a ellos las investigaciones del erudito Fernando Pagés Larraya que sólo es conocido en reducidos círculos y el casi desconocido Carlos Molina Massey (1884-1964) que nos ilustran sobre los vasos comunicantes entre la "barbarie" y nuestros amados murgones…”



Pupita escribe: “En esta foto de Los Pegotes de Florida del año 1956 (fecha que se puede ver pintada en el bombo)[xvi] los que están parados dan la sensación de ser bombistas (están vestidos de distinta manera que los acuclillados y uno de ellos sostiene una masa y el platillo de uno de los bombos). ¿Qué llevan en la cabeza? ¿Un tocado? ¿O es un sombrero? Galera no pareciera ser... ¿Qué edad creen que tendrían estos muchachos? A mí me parece que son muy jóvenes. Además no llevan la cara pintada como suele verse actualmente pero sí "maquillada" con rouge, delineador y colorete. Hoy en día las levitas son menos "al cuerpo", ¿no es cierto? Cosa que también se puede apreciar en esta foto de Los Chiflados. Allí también los bombistas tienen como una chomba o casaca y las levitas son bien ajustadas. [xvii]
[

“… De ese sugerente color sepia…", expresa Alfredo y continúa: "...Cuando hago consideraciones del carnaval de antaño, lo hago desde mis intensas vivencias de los carnavales de los cincuenta en Ensenada, Berisso y La Plata. Sin desconocer que cada barrio, cada ciudad y cada murga tiene un sello característico; entonces como ahora, la murga no está adentro de un tupper. Como componentes de la cultura popular, los murgones estuvieron y están relacionados por sutiles vasos comunicantes. Esto es para dar marco a la sugerente foto de los Pegotes de 1956. Al respecto recuerdo que en ese entonces, se tomaba como referencia a los conjuntos musicales de moda, sea por sus profusas presentaciones en los bailes o por su presencia en el cine, además de las revistas del género. Aparte, en los estudios de radio, los conjuntos se presentaban con sus indumentarias y esas presentaciones se hacían a estudio colmado. En ese entonces se estilaba usar vestimentas uniformes ya sea en las orquestas típicas como en las llamadas orquestas características. Estaba muy de moda todo lo tropical y carioca así que por un lado o por otro la muchachada murguera que eran todos milongueros, tomaban como referencia a los conjuntos tropicales como a las orquestas características. Ya en los 40 aparecía la Santa Paula Jazz Band, donde cantaba Juan Carlos Thorry. Esta, como las demás orquestas, que además actuaban en las confiterías del Centro, usaba unas chaquetas de seda o telas parecidas que llegaban todas a la cintura, sin levita. Y unos cuellos tipo smoking y moñitos. Luego, había murgueros que imitaban esa indumentaria. En cuanto a los conjuntos tropicales, usaban también blusas de seda, con mangas amplias con puño tipo camisa. Estas mangas podían ser lisas o con volados .Como eran tiempos de vacas gordas, se solían cambiar los tajes todos los años. Además había murgas que usaban chaquetas tipo saco de fumar (que ahora no se usan más) que llegaban hasta donde ahora llegan los sacos de los trajes. Yo de esa época no recuerdo levitas, al menos donde yo me movía y observaba todos los detalles. En cuanto a sombreros ese que aparece es el tipo sultán de las Mil y Una Noches. También aparecían los feces que se atribuían a los "turcos". Y vi muchas murgas con gorra tipo policía o militar, que solían llevar plumas pequeñas, obviamente de colores en la parte mas alta. En cuanto a los maquillajes de los muchachos (eran muy raras las murgueras y no se las miraba bien: les decían varoneras) Los muchachos, digo, se pintaban los labios y usaban aros. Algunos se pintaban con carbón o algo parecido y se pintaban algunas siglas en la frente con los lápices de labios, la más común era T. B. C. y otras que eran medio "picantes". Claro, esto en un contexto donde abundaban las mascaritas, donde se tiraba serpentina y papel picado. Había carrozas y disfraces infantiles. (Saco chapa de haber ganado el concurso de disfraces de Ensenada de 1952, con un traje con cowboy – le decíamos convoy – que que mi abuelo me trajo de U. S. A..) No eran mejores pero sí muy distintos a los actuales. Era otra Argentina…”
Añade Feca Feca: “…La camisa de la que hace referencia Alfredo se la he visto usar a en algún corso a Los Mocosos de Liniers, creo que se le llama “rumbera”. Tengo entendido que en los 50 también se utilizaba La Llave y el Candado…”
Pupita agrega: “…La “rumbera” o “casaca” es también lo que llevan actualmente algunas murgas de Saavedra, como por ejemplo, Los Goyeneches, Los Magos o Los Reyes del Movimiento, con lazo a la cintura y cuello redondo además de las mangas abuchonadas. También se las he visto a Los Pibes de Don Bosco. He visto también a Los Nenes llevar los sacos que dice Alfredo (tipo smoking sin los faldones que tiene la levita). En Los Fantoches de Iberá y Donado - me han contado - en los años cuarenta salía uno vestido con levita y pantalón pero con moño en la cabeza y los labios pintados. Le decían La Nena ¿Qué es la llave y el candado? Bueno, acá andamos... Cómo turco en la neblina descifrando los pedazos rotos de nuestra murgueridad maldita en su propia tierra…”









[xxi, xxii]


Osvaldo recuerda: “Sobre lo que dijo Alfredo de pintase la cara con un carbón, en el barrio de Boedo se usaba un corcho quemado, se lo quemaba en el fuego hasta ponerlo negro y con eso se pintaban la cara. Negro Paulino dice que las murgas eran exclusivamente masculinas, cosa aceptada por todos pero charlando con Muralla me comentó que esto no es así, que él tiene una foto de una murga o comparsa (…) donde eran todas mujeres. En la década del 20 o 30 creo que me dijo. También se puso de moda en la década del 50 o 60, "pedirle" prestada la antena de la radio a los autos estacionados, se le ponían cinta en la punta y se usaban como sustituto del bastón. Travesuras de pibes de barrio con pantalones sin bolsillos. Esto duró hasta que la yuta cazó la onda y te esperaban en los corsos y atroden con antena prestada y todo.[xxiii]

Continúa Pupita: “¡Cuánta historia! ¡Cuánto testimonio de primera mano. Valiosos retazos que van reconstruyendo la trama murguera. Se aclara, entonces, el origen de la rumbera (históricamente posterior a la levita) y la diferencia en el maquillaje con el actual. Con respecto a la levita, el origen (quizás más mítico que real) "se corre la bolilla" de que fueron los negros esclavos los que las introdujeron al usar las de sus amos. (De aquí surge toda una línea interpretativa que pivotea sobre la tradición de rebeldía que caracterizaría al género murguero. Aquí entra también la cuestión de las patadas y los saltos como símbolo de independencia. (…) Aun así, aquí juega también la hibridación porque paralela y complementariamente hay que considerar los elementos europeos que fueron acoplándose. Este año he visto a Los Fantoches de Villa Urquiza con unos abanicos muy lindos hechos de madera y tela pero no usados de la manera que relata Negro Paulino. En la foto de los Chiflados de Almagro[xxiv] se pueden apreciar también abanicos (Coco Romero en su libro data esa foto en el año 1973. ¡Yo me imaginaba que era muy anterior! Cosas del sepia, como diría Alfredo.) No sé en qué momento se habrá generalizado el silbato porque primigeniamente era el director el único que tenía uno (me han referido que esto era así en los años treinta y cuarenta por lo menos) ni tampoco en qué momento - aunque calculo que tiene que haber sido cuando las murgas crecieron en número de integrantes - comenzó a verse lo que ahora se llama desfile de entrada con formaciones de dos, tres o cuatro por línea. Anteriormente, las mascotas y los murgueros entraban bailando "libre" (término muy moderno) de a uno. Así también me han contado. ¡Lo que cuenta Osvaldo es otro dato extraordinario a los que ya nos tiene acostumbrad@s! Igual que el dato de las antenas de auto. Ahora prácticamente no se ve bastón, ¿no es cierto? Esto de la foto que cuenta verdaderamente revolucionaría las pautas de conocimiento sobre el género (es decir, la relación mujer/varón) en la murga. El mismo había dicho (y también sostienen Alfredo y Negro Paulino) que era casi impensable – “una locura” - que las mujeres integraran el "cuerpo artístico" de la murga y mucho menos tocaran bombo…”
Negro Paulino añade: “…Es verdad Pupita lo que observás de los abanicos. Lo que ocurre es que la función de las fantasías ha perdido sentido, al punto que se están reemplazando con sombrillas y banderas; que no son "fantasías", son banderas y sombrillas (ocupan muy poco lugar para transportarlas). La practicidad mata – a mi entender – la creatividad artística. La bandera y la sombrilla son la "estética" de la cancha. La murga, si bien tiene mucho que ver con la cancha, es otra cosa.Este tema de las fantasías, entre muchos otros, son eslabones perdidos, que quedan en la memoria de la gente grande, como yo que he visto con mucha pena, como la circunstancia de marginación sufrida por el género, lo ha ido empobreciendo artística y culturalmente, haciéndonos perder la noción del por qué de las cosas.En lo referente al origen de las levitas, coincido con vos, Pupita. Y lo de las patadas, la libertad y todo eso, me parece una interpretación mas poético-ideológica que una verdad histórica…”
Agrega Osvaldo: “...Sobre la levita y los colores se decía que a los esclavos sólo se les permitía usar el color blanco y en carnaval se desquitaban usando todos los colores.Unos dicen que los apliques brillantes es porque usaban la levita al revés y el forro era brillante y otros que son las alhajas de las damas de alta alcurnia…”
Pupita escribe: “…En los primeros años cuarenta, Los Fantoches de Iberá y Donado (seguramente los ancestros de los actuales Fantoches de Villa Urquiza) en los cuarenta usaban casquete. Sólo el director llevaba galera. El traje de los murgueros (solamente varones) era blanco y negro. Llevaban instrumentos de cartón "de fantasía" y ahora reparo, gracias al valioso comentario de Negro Paulino, ¡en la esencia y el sentido de la palabra fantasía!
Recordando a José Luis Lagoa – recientemente fallecido - cuenta Lucas de Los Inevitables de Flores: "...José Luis nació en el barrio de Palermo el 14 de Mayo de 1939, y en consecuencia, como buen originario de Palermo, desde pequeño estuvo cercano a las murgas hasta que con 20 años de edad y junto a otros notables murgueros que también han partido, se lanzan en la aventura de sacar varias murgas, entre las cuales estaban, por ejemplo, Los Averiados de Palermo y otras tantas. Su rol de claro cantor, con una gracia y un sentimiento inimitable, lo lleva hasta sus últimas actuaciones en vivo junto a Los Inevitables de Flores, que fue su última murga en el carnaval 2007, destacándose en el repertorio de canciones, una canción de homenaje interpretada por el mismo: "Baila Murguero". Abogado de profesión y cantor de ley, en los últimos años participó en diferentes proyectos musicales como son: El Gon de la Madinaca, Comme il Faut o La Fonola Porteña hasta la actualidad. Falleció en la mañana del viernes 15 de junio, en la casa del mismo barrio que lo vio nacer, mientras se encontraba durmiendo, dejando un legado de poesía y canto resonante sin igual..."
Y expresa con hermosas palabras José de Los Inevitables de Flores y La Fonola Porteña: “…“Con ese corazón tan cinco estrellas” que decía un juglar gallego, me parece que le queda el talle a José Luis Lagoa. Este repentino adiós que nos dejó, todavía reverbera en el frío porteño. (...) Toda esa sensibilidad que le ponía al tango, a la murga y gracias a ese misterio que es transmitir desde el arte, nos dejó un legado frondoso, en donde cada palabra, cada gesto, tuvo su justo eco en el sentimiento de quien la recibía. Lagoa es Buenos Aires, ese viejo Buenos Aires del que cada vez queda menos y que tanto alimenta el mito de nosotros los murgueros. Aquel mito en el que toda la ciudad era feliz. Aquel en el que todos tenían un techo y una familia a donde ir a dormir. Aquel en donde la alegría no se escatimaba, sino que se compartía..."
[xviii]
Negro Paulino rememora: “…La ropa de rumbero (réplica de la ropa de las orquestas cubanas de música popular de los 50) la he visto en Los Mocosos de Liniers y antiguamente en muchas murgas, y me parece haber visto este año alguno en los Viciosos de Almagro. Con respecto al maquillaje, el que veo generalmente hoy me parece que es una copia del maquillaje de las murgas uruguayas. Antiguamente, los varones (era un ámbito exclusivamente masculino la murga) echaban mano a lo que tenían en casa, que eran las pinturas de sus mujeres, de sus hermanas... Pintura de labios, de ojos, rubores... A veces un lunar pintado en la mejilla, labios rojos, párpados de un azul profundo... Y un aro grande, de los colgantes. He visto pelucas (en esa época pre-hippie, era impensable el pelo largo) hechas con cerdas de cola de caballo. La pegaban por dentro de la galera al borde y la cerda caía sobre los hombros.Se veía entonces una cabeza de rasgos masculinos (tal vez con barba crecida) pintado a la manera de las mujeres, rodeado de esa falsa peluca de cerdas, rematando la figura la galera decorada con espejitos, bordeados de marabú... plumas… Con respecto al candado y la llave, eran dos fantasías (como los dados, globos…) que iban al final del desfile, "cerrando" el paso de la murga. No había banderas, salvo la nacional. Las fantasías tenían un sentido práctico y artístico a la vez. Iban adelante del estandarte, generalmente los abanicos. Se hacía piruetas con ellos, con el objetivo de abrirle el paso a la murga en medio de la multitud. No se abría el paso con la policía. Lo hacía la murga artísticamente. Repartidas las otras fantasías al medio y al final del desfile. Cerrando, el candado y la llave que iban jugando entre ellos (…) Estuve contando lo que vi del 50' al 60' y en el barrio de Villa Urquiza…”

Refiere Pupita: “…Relata Coco Romero [xx] que por esos años aparte de las murgas nombradas por los medios gráficos y citadas en las crónicas periodísticas había muchas más. Esas murguitas improvisadas que actuaban en forma marginal y espontánea y de las cuales o quedó ningún registro. Sólo los espectadores ocasionales serían testigos de la actuación. En cuanto a las murgas participantes en el circuito oficial algunas semantendrán durante toda la época pero otras tendrán vida corta de dos o tres años. La caída de Perón en el 55, y la política oficial sobre los festejos de carnaval es determinante, pocas son las murgas que llegan hasta la década del 70. Por razones varias los grupos van desapareciendo, no hay murga que pueda demostrar actividad sininterrupciones. Esto no significaba que la murga no estuviera presente en el imaginario y en la fantasía barrial, puesto que, aunque la murga no saliera físicamente se mantenía latente en los barrios, en las charlas de la esquina o en el mundo de los deseos..."


Y continúa Jorge: “…Lo siguiente es un material publicitario con forma de boletín, de Escala Musical, anunciando sus bailes de carnaval, en distintos clubes. Esto es de 1966. Escala musical era un programa de TV para la juventud, donde actuaban conjuntos y cantantes de moda (por ejemplo: Los Gatos Salvajes, quienes más tarde serían Los Gatos). Estos mismos artistas actuaban, en carnaval, en los clubes que anuncia el volante.”


[xxv]
Narra Alfredo: “…Eso que algunos llaman "brain storming" y otros sinergía es lo que se desencadena cuando se intercambian recuerdos, en este caso carnavaleros. Es cierto… ¡Me había olvidado del tiznar corchos para pintarse la cara .Y de los coloretes y los lunares! Así como no me acuerdo de las levitas (al menos repito en mi entorno murguero de los 50). Me acuerdo que se usaba mucho el turbante tipo árabe, el turbante tipo sultán. El Zorro estaba de moda y las calaveras. Había muchas máscaras sueltas. Existía "Casa Lamota” (donde se viste Carlota…) que vendía disfraces tipo. En la revista Billiken aparecían los avisos de esos disfraces, y se los mandaba al interior contra reembolso. “Casa Lamota” estaba en Paraná y Bartolomé Mitre (donde hay hay un estacionamiento). Y con ciertas limitaciones. Incluso era obligación sacar permiso en la Comisaría y ciertos disfraces no estaban permitidos. terminar en la Comisaría era algo común. En ese entonces se le decía "mariquitas "no eran tiempos del orgullo lésbico- gay. Y los “mariquitas” solían salir disfrazados de mujeres rumberas tipo Carmen Miranda. Bueno en algún corso terminaban en cana.... También aparecían mucho las maracas y los bongoes. Y las matracas. Me recuerdo de unas matracas gigantes que hacían un ruido infernal. En materia de sombreros aparecían los "ranchos" pintados. Mi director y su sobrino mascota usaban uno. Y también se usaban y mucho los bastones. Ahora pensándolo a la distancia es claro que se usaban cosas que se usaban en lo cotidiano. Se me hace que hay que seguir estudiando pero por razones de "biodegrabilidad", debemos empezar por los ancianos murgueros. Habrá que andar por los geriátricos (incluso dando serenatas murgueras por allí....) y con grabador o cámara en mano preguntarles a los abuelos cosas de sus carnavales. Y leer los diarios de época. Sí, eso de las patadas, suena a interpretación, tal vez tomada de la capoeira o un arte parecido
cubano. Lo concreto es que es un aporte de la negritud. Algunos dicen que usaban los fracs de sus amos o patrones dados vuelta. Otros que los confeccionaban con sus colores preferidos. Eso se remonta a la época de Rosas. La población negra de Buenos Aires era muy numerosa hasta el Censo de 1914. Luego descendió porque hubo mezcla con los inmigrantes europeos. Pero los genes dan vuelta por nuestra sangre. Hay crónicas de fin del siglo XIX, de los lubolos, que eran jóvenes blancos que se pintaban de negro la cara. Da para mucho todo esto del carnaval. Y debe reconocerse el esfuerzo de quienes han intentado reconstruirlo luego del apagón que, insisto, no fue durante el Proceso sino durante su prólogo "la Revolución Argentina", aunque como haya dicho Paulino comenzó con la "Libertadora". Recuerdo que en los cincuenta ya comentaban que los carnavales se estaban "cayendo"... Y en los sesenta, que era mi época de bailes, los carnavales se habían refugiado en los bailes de los grandes clubes tipo Muni, Y. P. F., San Lorenzo, Vélez, El Montañés. Los disfrazados casi ni se veían. Me acuerdo en el carnaval del 69 donde en G.E.B.A. San Martín el Flaco Spinetta cantando "muchacha pechos de miel..." y un grupo sueco, Los Cons Combo, con uno de ellos que se quedó y fundó Markama. Digo esto para marcar tiempos donde el carnaval, al menos por la ciudad, se refugiaba en los bailes de los clubes. En el interior siguió en ciertos lugares y todo el tiempo.”
[xxvi]
Sostiene Sergio de Vicente López: “…La memoria es frágil y los recuerdos subjetivos... Pero la memoria colectiva es persistente y los recuerdos son selectivos. Si los carnavales de antaño son ya una muletilla, y los corsos y murgas una realidad que se niegan a morir, debe haber, como suele suceder, múltiples razones…” Y acerca el siguiente testimonio sobre los carnavales en Vicente López: “El 28 de Mayo de 1929 nace el Club Social y Deportivo "Unión Florida" en Av. San Martín 3270/80 al lado del Cine San Martín y comienza con los bailes de Carnaval en 1930. Con el tiempo se traslada a San Martín y Echeverría, y por cuestiones de la construcción de la Panamericana, adquiere tres lotes en su actual dirección (Bernardo de Irigoyen 1540) hacia 1947. Dentro del predio había una tarima con ruedas a los efectos de escenario. La razón de las ruedas era para poder aprovechar mejor el espacio, tanto para deportes como para espectáculos. Mi padre que vivía a dos cuadras de allí y jugaba al basquet comenzó con un amigo a organizar los bailes de Carnaval a mediados de la década del cuarenta donde tocaban "la típica y la jazz". Ya por esa época los bailes se incrementaban año a año con mayor cantidad de gente, incluso con gente en la calle por no poder entrar. Era considerado por aquel entonces como el club que más gente atraía. Entre los años 55 y 60 festivamente podía alcanzar 3000 personas o más, a club lleno, incluidos los dos balcones que posee (en el primer y segundo piso). La entrada al Club estaba pintada como si fuera una boca abierta y adentro con figuras gigantes, banderines, serpentinas y globos colgando. Todos los años se hacían cosas diferentes, los mismos socios trabajaban para divertirse. Era netamente familiar, no faltaba ni la abuela y la diversión era a más no poder... papel picado, lanza perfumes y hasta harina (el agua estaba prohibida). Por el Unión Florida pasaron orquestas como Feliciano Brunelli, Los Bambucos, La Jazz San Francisco, Los Wawancó, Yuyu Da Silva, músicos populares como Juan D Arienzo, Pugliese y hasta otros de nivel internacional pasaron por la institución. El Club no contaba con ningún Centro Murga propio pero se organizaban entre los socios y formaban una pequeña comparsa y disfrazados iban así al corso oficial que en esa época se ubicaba en la Avenida San Martín, desde la estación Florida Este hasta la Avenida Maipú. Había carrozas, murgas, disfrazados y tanta gente que no se podía caminar por las veredas.En esa época existía un edicto policial que decía que toda persona disfrazada con la cara cubierta debería obtener el permiso correspondiente en la comisaría de su zona. Con respecto a esto puede consultarse, con fecha del 11 de Febrero de 1911 la Ordenanza Nº 40, Libro de Actas Nº 2, folio 150, Cultura en las Fiestas de Carnaval: Art.1º - La Municipalidad de Vicente López deja librada a la cultura del vecindario la celebración de las fiestas del carnaval. Art.2º - Cualquier exceso que ofenda la moral o falte el respeto de los demás será castigado con las Ordenanzas que en cada caso leserán aplicables. Art.3º - La policía expedirá sin cargo alguno los permisos de disfraz a las personas mayores de 15 años. Art.4º - Toda persona que haga uso del disfraz sin el permiso correspondiente, incurrirá en una multa de diez pesos m/n. O en su defecto cinco días de arresto. Art.5º - Comuníquese a la Intendencia para su cumplimiento.” Y añade: “Fundado en 1937, el Club Social y Deportivo Estrella Federal ubicado en Ayacucho 745, Florida, tuvo su época de esplendor en los últimos años de la década del 70 cuando un grupo de jóvenes ganó las elecciones y renovó su Comisión Directiva. En ese momento llegaron a tener quinientos socios. Su actual presidente, Claudio Guida, acompañado por un grupo de jóvenes dirigentes, algunos hijos de aquellos que en su momento cambiaron la historia de la Institución, se empeñó en seguir enarbolando la bandera de los Carnavales a través del corso que se desarrolló año tras año de puertas para dentro. Allí actuaron las Murgas locales e invitados, desbordando por completo la capacidad del Club que era el único que propiciaba un corso en la Zona Norte. A esto se sumó que auspiciado por la Dirección de Cultura y Educación se llevaron a cabo algunas fiestas pre-carnavalescas los domingos cuando caía la tarde. Un intento de contagiar al barrio de un poco de calor y ruidosa alegría, en contraposición al tedio de los domingos de invierno. [xxvii]
Jorge Mercado de Los Endiablados de Villa Ortúzar cuenta: “…Los recuerdos de mi niñez son de alrededor del ´55 (en el 55 yo tenía diez años). Soy de Urquiza pero veía murgas también en otros corsos (Flores, Paternal) y en los "cines de murga" como el 25 de Mayo, en Villa Urquiza. Recuerdo muy bien "el candado y la llave". Iba un murguero sosteniendo con sus manos un gran candado, detrás de su cuerpo, allá por donde la espalda pierdesu buen nombre. Lo seguía detrás otro murguero con una enorme llave intentando embocarla en el candado, cosa que nunca lograba por los movimientos del que ibaadelante que no paraba de bailar. Las galeras estaban adornadas con felpa (las mismas que se usaban para los arbolitos de navidad) y espejitos. Como ya comentaron, cada galera tenía una peluca de largos y lacios pelo pegada por detrás. En cuanto a los silbatos, no estoy de acuerdo que los usara sólo el director. Recuerdo perfectamente, porque era algo que me parecía hermoso, que durante el desfile toda la murga tocaba el silbato, haciendo un contrapunto que a mí me parecía un concierto de grillos. (Esto se lo contaba a mi hija cuando era muy chica, explicándole qué era una murga antes que lasconociera). La pintura de la cara la recuerdo en parte. Pero se usaba lápiz de labio y carbón, y los motivos podían ser un corazón en cada cachete, bigotitos finos y largas patillas. (En aquella época no se usaban las barbas. Creo que Los Pecosos de Chacarita se pintaban pecas. Sus levitas eran negras. Recuerdo perfectamente los abanicos: eran enormes y daba la impresión de requerir un gran esfuerzo para manejarlos. Así y todo hacían bastantes demostraciones de destreza. Cuando en la actualidad estoy desfilandocon el estandarte en algún corso muy concurrido, me pregunto por qué delante de mí no va un abanico de aquellos abriendo el paso. Otra cosa característica de aquella época es que toda la murga bailaba arriba del escenario. Los últimos en bajar eran los bombos, que hacían distintas piruetas mientras se mataban tocando con todas sus fuerzas…”
A lo expuesto por Jorge pueden asociarse estas imágenes que él mismo aporta y sobre las cuales cuenta: “Los dos primeros son el frente y el interior de un programa del Cine Gran Atlántico del carnaval de 1962. (…) Se trata de una presentación de carnaval con actuación de murgas y otros números artísticos y con la conducción de un animador de televisión. El Gran Atlántico era un cine que estaba en la Avenida Álvarez Thomas donde ahora se encuentra New York City. Creo que debe haber sido uno de los últimos espectáculos que hubo de estas características, y ya no tenía el brillo de las de épocas anteriores, pero es un testimonio de algo que, allá por los ´50 había sido habitual. Las murgas tenían un lugar en los cines - teatros de los barrios…”




Osvaldo expresa: “¡QUE BARBARO! ¿De dónde sacó esto este muchacho? (…) Este programa confirma lo que conté una vez[xxviii] (…) que en la década del 50 y 60 salía una agrupación que se llamaba La Juventud Marina del Plata y salían todos vestidos de marineros, los hombres y las mujeres (sí, las mujeres). Hoy en día tal vez a alguien le cause pediculosis algo así pero era otra Argentina, otro país…”
Jorge explica: “En primer término, gracias por lo de muchacho. Tengo mis años. Tené en cuenta que ese programa del Gran Atlántico es del año 62, y lo tengo porque fui a verlas murgas un día de carnaval de ese año (y por suerte lo conservé). También he visto murgas en el Cine 25 de Mayo y en el Parque Chás allá por los años 50. Te aclaro también que la comparsa Juventud Marinos del Plata sí existió, realmente. En cada corso o cine de murga que iba, los veía actuar (Y eso que yo concurría a cuanto corso o cine de murga me era posible). En un artículo que escribí para la Gran Aldea y que Pupita me pidió permiso para reproducir en el archivo de Dalemurga, sobre los cines de murga, donde hablo del cine-teatro 25 de Mayo, nombraba a dicha agrupación…”
[xxix]
Mariano escribe: “Sinceramente no me gusta para nada ese nombre. ¿Qué tal eran? ¡Cuenten un poco más! ¡Me agarró curiosidad! Marinos del Plata… ¡Je je je! ¡Qué miedito!”
Refiere Osvaldo: “¡Ya sabía, ya sabía que te iba a picar el bichito! La Juventud Marinos del Plata (ese era su verdadero nombre) era un conjunto – no sé en que categoría ponerlos – de hombres y mujeres vestidos de marineros. Los hombres, con pantalón y las mujeres en pollera imitaban a los de la Armada y se vestían del mismo modo. Inclusive la categoría de sus integrantes se veía por las jinetas. O sea Almirante, Comodoro, etcétera… Me acuerdo que tenían un cantor que se llamaba Carlos Acuñas (nada que ver con el cantor de tango) un cantorazo y siempre cantaba el tango Marinera. ¡Y la rompía el negro! Yo creía que eran de Almagro pero me dijeron que no. Que eran de La Boca pero no volvieron a salir cuando empezó la nueva movida murguera. A la gente le gustaba mucho. Yo sé que ahora esto se puede ver como una cosa mala pero en ese tiempo la sociedad era otra y es muy difícil explicar por qué. Los cantos de ellos eran tango y marchas, nada que ver con los de las murgasy si no me equivoco entraban con la marcha de La Camelias. ¡Uy, mi Dios! ¡Me agarró el viejazo” Otro día sigo… Mi vieja me mandó a comprar 0,50 de dulce de leche suelto envuelto en papel manteca…”
Pupita agrega: “…Y sí, concuerdo con Osvaldo. La sociedad era otra y lo que de un tiempo a esta parte o ahora mismo parecería intolerable (una imitación de una banda militar pero aún así visto como una especie de homenaje, si entendí bien lo que era la Juventud Marinos del Plata) antes quizá se viera con otros ojos. La última de las dictaduras - atroz, devastadora a todo nivel - quebró esa posibilidad instalando el terrorismo de estado. La Argentina no es la misma que hace tres o cuatro décadas atrás ni social, ni cultural, ni económica ni políticamente. Y eso se refleja también en el recorrido histórico y las mutaciones sufridas por las murgas y otras agrupaciones carnavaleras con los consiguientes quiebres y continuidades que se van produciendo…”
Continúa recordando Osvaldo: “…Hay otra murga que recuerdo y ya que hay gente que le gusta escuchar esas historias tal vez entre todos los murgueros un poco más grande podemos rescatarlas del olvido, no sé si era murga o agrupación humorista u otra cosa. Se llamaba “Los Nenes de Suárez y Gaboto”. Salían de La Boca y usaban bombos sin platillos, muchos bombos pero todos sin platillos y no usaban masas para tocar sino mangueras. El desfile era simplemente buenísimo. Para mí, de lo mejor de todos los tiempos. Una cosa que me acuerdo es que un travesti disfrazado de enfermera llevaba un cochecito con un bebé adentro. Se acercaba a la gente todo mimoso y les mostraba el bebé. Cuando la gente se agachaba para mirar, apretaba algo en el cochecito y el bebé te orinaba. Por supuesto que era agua, pero te morías de la risa. Esta murga que salió de nuevo cuando empezó la nueva movida y que yo pude ver en Avenida de Mayo en algo que festejaba la Muni ya no sale más o por lo menos, yo no sé que salgan.Ral vez alguien se acuerde algo más de Los nenes y nos cuente. ¡“Los Nenes de Suárez y Gaboto”, un murgón sin duda! Lamentablemente, tal vez se perdió…”
Se une Diego Robacio de Gambeteando el Empedrado: “…Como bien dice Osvaldo, “Los Nenes de Suárez y Gaboto”, del corazón de La Boca, eran una agrupación humorística nacida por la década del 50 (si no me equivoco), con estandartes antiguos y, muchos disfrazados y también varias reinas travestidas, no onda en bolas sino con unos super trajes largos de gala. Como con justeza menciona Osvaldo, la tradición de La Boca tiene al bombo con parche de cuero sin platillo y a los redoblantes como dos de las bases de su percusión. Los Nenes salieron varios años en el circuito que armamos las murgas porteñas a partir del carnaval de 1998 pero después con las complicaciones del barrio era mucho lío sacarla y no volvieron a carnavalear. El otro día me crucé con Ricardo, uno de los directores de la última época y me decía que por ahora ve difícil que vuelvan a reunirse pero nunca se sabe. De este tipo de agrupación del carnaval porteño, los que felizmente siguen en actividad son la agrupación humorística, coral y musical Los Linyeras de la Boca una de cuyas canciones fue registrada para el Disco Murguero del año 2006.
[xxx] Son una maza, tocan bombos, redoblantes, martillos, sambombas, acordeones y bandoneones; salen con muchos disfrazados y además de sus propias canciones rescatan el repertorio de viejas agrupaciones del barrio de La Boca que hoy ya no salen…”
Dice Daniel Gustavo Sánchez: “Más o menos en el año 85 en Olivos vi a los nenes de Suárez y Gaboto. Me llamaron la atención las distintas fantasías y disfrazados que llevaban. Entre ellas, una operación: iban con una camilla y un doctor hacía como que operaba a un tipo y le sacaba ristras de chorizos y tiras de chinchulines de adentro. Es lo que más me acuerdo pero había otras más. Eran una banda, muchísimos, como dos cuadras de gente pasando a pleno. Sigan con los recuerdos Osvaldo, Paulino, Alfredo y todos que así es como se vuelve a armar la historia murguera que nos quitaron…”
Mariano inquiere: “…Una pregunta para los que saben, Ayer escuché en la radio que existía una murga de la Boca que se llamaban los Sordomudos, pero tenían una particularidad: desfilaban sin instrumentos, sin bombos y el acordeón era una tabla de ajedrez; una agrupación humorística de lo mejor de la época. Si alguien tiene más datos: ¡Cuenten, cuenten! Y después había otra en la Boca también que tenía una carroza con una zanahoria gigante de papel maché de la cual tiraban verduras al público…. ¡Jajajaja! Se ve que eran épocas de vacas gordas .Por lo que noté del comentario-radial la Boca era el centro del carnaval por excelencia, cantinas por doquier, clubes de barrio. ¡Jajaja! ¡Ahora es Puerto Madero! Ahí se nota quién perdió en todos estos años…”
Interviene Coco: “…Creo que la Boca puede considerarse como una República del Carnaval. Hay un libro de fotos de Orestes Vaggi sobre el barrio xeneise donde presenta muestras de murgas y comparsas desde fines del 1800 hasta entrada la década del sesenta. Con el permiso de su familia he puesto en mi libro fotos de murgas de su colección de 1908 y 1917.
[xxxi] Además de valorar la obra de este arquitecto entusiasta del carnaval, que llegó a tener un museo sobre el festejo abierto a la comunidad que por suerte pude visitar antes de su fallecimiento, creo que fue el único por la cantidad de material que juntó. En un número del Corsito enumero los ítems de su archivo. [xxxii] (…) Con respecto a la zanahoria, la agrupación humorística y musical se llama La Verdurita y grabaron su disco simple con las marchas que los caracterizaba en 1950.Grabé cantando en los noventa en el CD de la Sacate el Almidón de Merlo una versión de la marcha con un arreglo de vientos muy hermoso de Gustavo Nasuti. En el CD de La Matraca, años después, arreglé una versión para voces. El motivo de la agrupación era hacer alarde del órgano genital masculino con una zanahoria gigante. Mientras tanto desfilaba también Los Amantes de la Castaña, defensores del órgano genital femenino que hacían los suyo para valorar su nombre. Por trabajos de campo que realicé, recuperé por lo menos quince temas de distintas agrupaciones de esa época. En este este momento con el coro cantamos la Presentación de la Agrupación El Trapito. Bueno, algunos datos los he publicado en su momento y he tratado de divulgar por todo medio posible este carnaval musical donde el canto y la armonía están presente…”
Negro Paulino señala: “…Es muy posible que haya compartido la misma platea del cine-teatro 25 de Mayo allá por los cincuentas con Osvaldo. Yo también tengo recuerdos muy fuertes de esa comparsa. A los Marinos del Plata los vi en varios carnavales. Eran muy espectaculares. Recuerdo los uniformes, la banda de música, un bastonero que era un malabarista, y algo curioso, había mujeres. Recuerdo las entradas al teatro, con la banda tocando en la entrada de la sala y la comparsa entrando haciendo flamear una enorme bandera nacional sobre las cabezas de la platea. En cuanto a los uniformes y eso, era una banda "militar" de carnaval. No era una parodia, era una imitación carnavalesca de una banda de marinos. Hay que tener en cuenta que todavía la Armada Nacional no había bombardeado la Plaza de Mayo (estos recuerdos son de antes del decreto del ‘56 sacando el feriado). Y que el pueblo en general, tenía mucho orgullo de ser argentino y por consiguiente, mucho respeto por sus símbolos y todo lo institucional. Es una Argentina que no está más. Bueno, a mí también me agarró el viejazo... Me voy a jugar con el "Mecano" mientras me clavo una Bidu-Cola…”
Alfredo escribe: “Mientras leía a Paulino, escuchaba por radio a "Poncho Negro", hojeaba un "Patoruzito" y me tomaba un Toddy. Y comía unos rodajas de pan de la Panificadora Argentina, con Kero arriba... El otro día le comentaba a Mariano, algo distinto a lo de Paulino. Aun después del bombardeo (que el gorilaje aplaudió y justificó) y durante la Libertadora, los marinos tenían mucho prestigio, no obviamente entre los peronistas que estaban amordazados por el 4161 sino por los gorilas porteños que eran muchos (todavía quedan bastantes....) Incluso el sentimiento hacia los militares y en particular a los marinos eran otros. Y no quiero seguir para que no me digan peronacho envenenado y además porque no me gusta escribir estas cosas extramurgueras…”
Osvaldo acota: “…Es una lástima que no salgan más. Era un murgón y cuando desfilaban se respiraba un cacho del carnaval antiguo. Habría que buscar la forma de rescatar estas agrupaciones como algo testimonial de lo que fue. (…) ¡Menos mal que hay alguien que puede verificar lo que digo! Cuando cuento algo pienso que alguien puede pensar: ‘¡Este está en pedo!’ ¡Gracias Negro Paulino! Pero eso de la Bidú… ¡Mi madre, qué antigüedad! Tal vez vos puedas recordar la murga “Los Desparramados Unidos” Yo tengo algo, pero muy vago. Si es así, me encantaría que nos cuentes. ¡Che, los pibes deben estar de “contentos”! En cualquier momento nos rajan al grito sagrado, de “¡¡¡AL ASILO ABUELITOS!!!” (…) Y ya que Alfredo trajo a Poncho Negro, voy a contar algo que sucedió en Boedo en esa época en el celebre Cine y Teatro Nilo. Actuaba Fachenzo el Maldito – para los que no lo conocen les cuento que en el radioteatro este personaje de ficción le pegaba a la madre y la actriz gritaba y lloraba como una loca. Esta compañía fue al Nilo a representar la obra. Cuando terminaron y salían los actores había un montón de gente, en su mayoría mujeres, esperando al actor que hacía de Fachenzo el Maldito y le pegaron hasta que se lo llevaron…”
Armando agrega: “…Es cierto lo que cuenta Osvaldo. Se trataba de la compañía de radioteatro que dirigía Juan Carlos Chiappe o Héctor Bates. (…) Transmitían todos los días por Radio del Pueblo (LS5) y de viernes a domingo hacían lo que se llamaba la "rascada", es decir hacían presentaciones en los cines y teatros de barrios y de pueblos del interior. En más de un pueblo del interior el personaje que hacía de Fachenzo (un hijo de mala madre si los había...) cobró a la salida más de una vez. Había pasado lo mismo cuando se llevó al circo criollo el "Juan Moreyra". Cuando Moreyra peleaba con la partida policial, más de un gaucho mamado, saltó al picadero a pelear a favor de él. Como lo hizo Cruz con Martín Fierro... Cuando Favio estrenó la peli El Mundo Mágico de María Montiel se la dedicó a Juan Carlos Chiappe. Es que el circo criollo, ese radioteatro popular y la murga son del mismo palo…”




[i] Hace alusión al Director del Centro Murga Los Herederos de Palermo.
[ii] Sobre John William Cooke:
http://www.elortiba.org/cooke.html http://www.elhistoriador.com.ar/entrevistas/c/cooke.php
[iii] Grupo de encuentro y debate murguero creado a fines del año 2005:
http://ar.groups.yahoo.com/group/dalemurga/
[iv] La murga (1963) - Dirección: René Mugica - Guión: Rodolfo Manuel Taboada Fecha de Estreno: 1 de agosto de 1963 - Todos los integrantes de una murga se unen para ayudar a su director que está enfermo de polio. Intérpretes: Gilda Lousek; Alberto Argibay; Elena Lucena; Santiago Gómez Cou; Juan Carlos Altavista; Pola Alonso; Camilo Da Paisano; María Esther Podestá; Jorge de la Riestra; Horacio Gallo; Carlos Olivieri; Mónica Onetto; Bernardo Kullock; Luis Montura; Josefa Goldar; Elías Wachs; Héctor Monastiridis; Equipo Técnico Fotografía: Oscar Melli Montaje: Jorge Garate Dirección musical: Tito Ribero Escenografía: Gori Muñoz
http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=1598
[v] Se refiere al Canal de Cable Volver que dedica su transmisión a películas y programas de televisión argentinos de décadas pasadas.
[vi] Más testimonios sobre carnaval y juego de agua en:
http://www.nuevociclo.com.ar/carnaval_2007/historias_de_buenos_aires.htm
[vii] Ver:
http://www1.fotolog.com/dalemurga/21066441
[viii] Se refiere al libro de Coco Romero: La Murga Porteña: Historia de un Viaje Colectivo, Colección La Andariega, Editorial Atuel, Buenos Aires, 2006,
[ix] Sinopsis de la película: Durante el Mundial de Fútbol de 1978, la dictadura militar ordenó levantar la Villa Manuel Dorrego, conocida como "Ciudad Oculta", habitada por centenares de familias carenciadas. Ficha técnica en: http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=416
[x] Puede escuchárselo en
http://www.arielprat.com/
[xi] Los Inocentes de Palermo en antigua fotografía recopilada y cedida por Fernando "Chipi" Marín del Centro Murga Los Inquietos de Monte Castro para Dalemurga. Problablemente del año 1959, como puede apreciarse en el estandarte. Fuente:
http://www.fotolog.com/dalemurga/23957873
[xii] Mariano aclara que algunos fragmentos fueron recortados pero que se aseguró que lo esencial estuviera.
[xiii] Fotografía tomada de
http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=950
[xiv] Los hijos de Fierro (1975) / Dirección: Fernando Solanas / Guión: Fernando Solanas según el poema homónimo de José Hernández / Fecha de Estreno: 12 de abril de 1984 / Intérpretes: Julio Troxler; Martiniano Martínez ; José Almejeiras ; Juan Carlos Gené; Arturo Maly; Mary Tapia; Jorge de la Riestra ; Aldo Barbero (Voz en off); Fernando Vegal (Voz en off); Dalmiro Sáenz (Voz en off); Paulino Andrada; Washington Denegri Gómez; extra: Antonio Ameijeiras. Equipo Técnico: Producción: Edgardo Pallero; Fotografía: uan Carlos Desanzo; Montaje: Luis César D'Angiolillo; Música: Alfredo Zitarrosa y Roberto Lar; Sonido: Abelardo Kuschnir; Argentina - Alemania - Francia; Duración: 125 minutos; Blanco & Negro; Prohibida para menores de 14.
Fuente:
http://www.cinenacional.com/peliculas/index.php?pelicula=950
[xv] El cuento de Mariano se puede leer aquí:
http://sostenganquenacemos.blogspot.com/2007_02_04_archive.html
[xvi] Antigua fotografía que también puede verse en esta entrada del Fotolog del Grupo Dalemurga:
http://www1.fotolog.com/dalemurga/21700704 recopilada de la web por Pupita La Mocuda.
[xvii] Antigua fotografía del Centro Murga Los Chiflados de Almagro recopilada de la web y cedida para Dalemurga por Fer “Chipi” Marín. Ver la entrada correspondiente en el Fotolog del Grupo Dalemurga:
http://www1.fotolog.com/dalemurga/21623192
[xviii] En
http://www1.fotolog.com/dalemurga/22540124 Antigua fotografía de Los Mocosos de Liniers. Año 1957.
[xix] Caram de Los Pecosos de Chacarita en esta antigua fotografía que data de la década de 1950. Fuente: "La Murga Porteña. Historia de un Viaje Colectivo" de Coco Romero, Editorial Atuel, Buenos Aires 2006. Puede verse también la correspondiente entrada en el Fotolog del Grupo Dalemurga:
http://www.fotolog.com/dalemurga/24625788
[xx] "La Murga Porteña. Historia de un Viaje Colectivo" de Coco Romero, Editorial Atuel, Buenos Aires 2006.
[xxi] Fotografía de Bass: Miguel Angel Cuarterolo y las jóvenes de la comparsa del barrio Buenos Aires, Argentina, 1955. Fuente: Colección M & M Cuarterolo. Ver también:
http://www.fotolog.com/dalemurga/25694323
[xxii] Antigua Foto de Los Dandys de Boedo con bombo y trofeo a fines de los años cincuenta. Gentilmente cedida especialmente para Dalemurga por Osvaldo Battipaglia de Los Dandys de Boedo.
Ver: http://www.fotolog.com/dalemurga/23342323



[xxiii] Puede consultarse el Reportaje a Osvaldo Battipaglia realizado por Pupita La Mocuda para una mejor contextualización de estos recuerdos en: http://sostenganquenacemos.blogspot.com/2007/05/murga-cuando-mi-voz-calle-con-la-muerte.html



[xxiv] Idem (17)



[xxv] Esta antigua fotografía de José Luis Lagoa en Los Averiados de llega a nosotr@s a manera de homenaje a través de Mariano (http://semilladejolgorio.blogspot.com/ ) de parte de Los Inevitables de Flores y de la Fonola Porteña ( http://www.fotolog.com/fonola_portenia/ y http://www.fotolog.com/losinevitables ) sus compañeros de vivencias murgueras y artísticas. Fuente: http://www.fotolog.com/dalemurga/23635916



[xxvi] Antigua fotografía de 1960 – Carnavales en el Club El Trébol de Parque Chás. Recopoliada y tomada de la Web de Parque Chás por Pupita La Mocuda. Ver; http://www1.fotolog.com/dalemurga/19920535
[xxvii] Esto último, sobre datos de de Claudio Guida.
[xxviii] Se refiere a un intercambio anterior en el Grupo de Encuentro y Debate Murguero Dalemurga:
http://ar.groups.yahoo.com/group/dalemurga/
[xxix] Se puede consultar en
http://ar.groups.yahoo.com/group/dalemurga/
[xxx] Se puede consultar:
http://dalemurga.blogspot.com/2007_01_01_archive.html
[xxxi] Se refiere al libro de su autoría La Murga Porteña: Historia de un Viaje Colectivo, Colección La Andariega, Editorial Atuel, Buenos Aires, 2006.
[xxxii] Hace alusión a la publicación El Corsito editada por el Centro Cultural Ricardo Rojas. Ver:
http://www.rojas.uba.ar/corsito/index2.htm