domingo, 2 de septiembre de 2007

Primer Congreso del Carnaval Porteño
Mesa Feriado Nacional de Carnaval:
Ponencia de Marcos Griffa de la murga "SIN CARETAS" (Suardi)

Articulaciones y perspectivas desde la experiencia del Movimiento Nacional de Murgas[1]

En algunas pocas líneas quisiéramos socializar la experiencia que venimos realizando en la construcción del Movimiento Nacional de Murgas (MNM), experiencia fortalecida en los Encuentros Nacionales de Suardi (Provincia de Santa Fe) y las Marchas Carnavaleras de La Plata (Buenos Aires) que, por el momento, son los eventos más convocantes donde se llevan a cabo las Asambleas Nacionales del Movimiento.
En el MNM confluyen distintas agrupaciones murgueras, cada una de ellas con estilos diversos, provenientes de diferentes lugares del país.[2] El MNM es un espacio articulador que no tiene una sede centralizada ni un órgano directivo; sus bases y fundamentos se configuran a partir de las experiencias particulares que cada murga desarrolla a nivel barrial, local o regional. Los procesos organizativos del Movimiento en cuanto a la definición de las acciones colectivas asumidas como tal se construyen en las asambleas territoriales, provinciales y nacionales. Podríamos decir que el MNM se define como una experiencia colectiva, aún reciente, pluralista, autónoma y horizontal, con sede en cada murga y en cada asamblea. Sin rangos, sin jerarquías, sin dirigentes. No existen procedimientos de admisión para integrar el Movimiento, sino que funciona a partir de la autoidentificación y la autoadscripción identitaria con el mismo.
Como MNM nos reconocemos como sujeto político colectivo apostando a una construcción horizontal que nos permita reconocernos como murgueros y como carnavaleros, pero también como artistas, trabajadores, militantes, educadores, estudiantes, mujeres y jóvenes, reconociendo también nuestros sueños, nuestras apuestas, nuestros miedos, nuestras alianzas, nuestras rupturas y nuestras luchas.
Es decir que nuestra identidad como Movimiento no se construye a partir de la búsqueda del reconocimiento paternalista y vertical del Estado. Por el contrario, convocamos y desafiamos a construir desde las bases un mundo que se asemeje lo más posible al mundo que queremos, que soñamos, que deseamos.Por este motivo, no nos definimos como sujeto político colectivo a partir de nuestra posible interlocución con el Estado, su reconocimiento jurídico o las oportunidades de incidencia en el diseño e implementación de políticas culturales. Apostamos a que nuestra capacidad de incidencia política impacte en lo cotidiano de nuestras vidas y en las relaciones sociales que establecemos como sujetos y colectivos sociales.
No pedimos ser consultados por el Estado sino que nos convocamos a ser partícipes en la construcción colectiva de la fiesta popular, y en este sentido exigimos al Estado no sólo la restitución del Feriado de Carnaval sino la promoción y ejecución de políticas culturales que garanticen:
La gratuidad, condiciones adecuadas y calidad para los preparativos y festejos de carnaval[3] Producciones culturales que favorezcan la creación y el fortalecimiento de procesos y redes organizativas comunitarias
La promoción y formación artística y cultural de las agrupaciones carnavalerasLa participación comunitaria en los preparativos de los festejos de carnaval y en la organización y definición de eventos y circuitos culturales autónomos
Festejos basados en el espíritu de encuentro entre artistas y vecinos, sin concursos ni competencia entre las agrupaciones artísticas participantes
Una partida presupuestaria tanto para la organización de los festejos como para la preparación, formación y fortalecimiento de las agrupaciones de carnaval
Y no acaba aquí nuestra tarea, porque el escenario de la lucha y disputa política no se reduce a una mesa de negociación con el Estado. Está claro que la declaración de asuetos, patrimonio o interés cultural a las agrupaciones y festejos de carnaval sirven como antecedentes importantes para el reconocimiento de esta fiesta popular y de quienes participan de ellas, pero somos concientes que con ello no alcanza.[4]
Porque no pensamos un Carnaval sujeto al calendario ni autocontenido en "cuatro días locos". Apostamos a una construcción colectiva, social y cultural, que visibilice a las agrupaciones de carnaval como sujetos colectivos en el espacio público, que interpele y dispute los dispositivos instituidos de control hegemónico.Entonces definimos nuestra tarea y nuestra lucha más allá del Carnaval. En todo caso, apostamos a una "carnavalización" del mundo que ponga en juego una y otra vez el orden instituido.Es un camino que hemos iniciado y aún queda mucho por seguir construyendo, por seguir (re)inventado(nos) en cada encuentro, en cada asamblea, en cada barrio, en cada toque, en cada calle ... en cada carnaval, rebelde y transgresor. Para construir otra historia, para reinventarnos como mujeres y hombres nuevos, libres y creadores. Para seguir luchando enarbolando la bandera de la alegría. Porque, como dicen por ahí, una lucha sin alegría es una lucha perdida.
[1] Texto elaborado para ser presentado en el Congreso de Gestión Participativa del Carnaval Porteño. Ciudad de Buenos Aires. 24, 25 y 26 de agosto de 2007.
[2] En este sentido, vale una aclaración. Desde el MNM entendemos a que hay una diversidad de estilos estético-artísticos que componen el género murguero de nuestro país. En la Murga Argentina encontramos, por lo tanto, estilos definidos principalmente por regionalismos y que se (auto)denominan murga cordobesa, murga santafesina, murga porteña, murga mendocina, murga salteña, etc. La misma aclaración vale en relación a la murga como género. Es por ello que como Movimiento, al hablar de las agrupaciones presentes en carnaval, nos apartamos del "murgocentrismo" para reconocer a otras expresiones carnavaleras tales como comparsas, humoristas, batucadas, teatreros, carroceros, etc.
[3] "Calidad" no en el sentido elitista del término sino como condiciones para el desarrollo, pleno disfrute y acceso de todos al consumo y producción de bienes culturales. [4] Entre estos antecedentes podemos mencionar la ley n° 1.322, promulgada el 22 de abril de 2004 por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la ley provincial Nº 4059/04 (y su modificatoria Nº 5005/97) de la Provincia de Jujuy que establecen como feriado y día no laborables los lunes y martes de carnaval de cada año; como así también la Ordenanza 52039/97 del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que declara, el 2 de octubre de 1997, Patrimonio Cultural las actividades que desarrollan las asociaciones y agrupaciones artísticas de carnaval.

Fuente. http://www.agrupacionmurgas.com/

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