viernes, 24 de diciembre de 2010

La crisis causó tres nuevas muertes

Por Ramiro de Los Guardianes de Mugica

No fue nadie, tampoco había sido nadie en Formosa. Nadie tuvo nada que ver con Luciano Arruga el año pasado. Nadie ampara a las poderosas patotas sindicales que mataron a Mariano Ferreira, sólo se condena a los que tiraron. Nadie se hace cargo de los más doscientos casos de gatillo fácil que Correpi denuncia anualmente. Nadie habla de Ezequiel Ferreira ni de muchos otros chicos que mueren víctimas del trabajo infantil y de los daños del glifosato que los sojeros usan. De hecho nadie genera esas enfermedades. Nadie mató a Adams Ledesma, periodista del medio “Mundo Villa”, de hecho casi nadie habló de su muerte, que encima se dio en pleno debate sobre los medios y poco tiempo después de que el impresentable Joaquín Morales Solá, prediga un muerto, pero después no diga nada, como tampoco dijeron nada los mas fanáticos defensores de la ley de medios. Hoy somos todos bolivianos, pero cuando mataron a Adams parece que no.

Nadie mató a Rubén Carballo de la Murga Mata Mufa, que en noviembre del año pasado fue a ver a Viejas Locas y no volvió a su casa, tenía la entrada en el bolsillo, que había comprado hacía un mes, pero cuando la Federal reprimió, lo justificó diciendo que “se querían colar”. Rubén fue brutalmente golpeado y peleó por su vida durante algunas semanas, en diciembre falleció. Eso sí, para hablar del rock de hoy y de los jóvenes de hoy, dedican horas de aire sobre esta “juventud maravillosa” que fue a velar a Nestor, a diferencia de hace quince años (cuando yo era un adolescente más,  iba a recitales de rock y me sentía bastante solo por criticar a la dictadura y al menemismo, incluso la discriminación en boliches, y no ver que la mayoría de mis pares lo hacía) donde casi no se hablaba de política.

Volviendo a Soldati, ¿Cuánto se habla del por qué de estas tomas? ¿Cuánto se habló de la crisis habitacional? ¿Cuánto se hizo? ¿Nos enteramos la semana pasada de que la ciudad está llena de fachos? ¿Recién ahora nos enteramos que gran parte de la sociedad es egoísta? ¿No vimos a quienes votaron en las ultimas dos elecciones, o en 1995?

De la crisis, o mejor dicho de la pobreza, nadie se hace cargo, solo para la tele.

Decir “crisis”, es como decir pobreza. Parece que para algunos está bueno, así tenemos un concepto abstracto (llámese crisis o pobreza) a quien echarle la culpa, un buen “chivo expiatorio”. Para poder “ayudar a los pobres” tiene que haber pobres. Y así usarlos en las campañas, presentar proyectos y justificar subsidios hablando de ellos (pero nunca para que ellos se liberen de esa situación). Ayudarlos un poquito, para diferenciarse de la derecha más cruel que no hace nada. Mejor que vivan, mejor que sufran y así, en algún momento, con todas las cámaras prendidas, en cadena nacional, con todas las cámaras y todos los flashes, les damos algo, y quedamos bien con millones de televidentes. Perdón, con millones de votantes. Y por qué no, millones de consumidores.

El pobre es presentado como objeto, no como sujeto, y como tal solo es manipulado, no tiene derecho a pensar, a elaborar sus propuestas, a plantear por sí mismo sus necesidades, tampoco puede fijar agenda. Salvo que sean muchos y molesten demasiado a otros votantes, consumidores, o peor aún, a los más poderosos. Como cuando en la Villa 31 hay una toma en la autopista Illia y todos los transeúntes que diariamente van al centro desde la próspera Zona Norte tienen que rozarse con la pobreza, ahí hay que actuar. Por eso, cuando a mitad de año hubo tomas en la autopista, el Gobierno de la Ciudad intervino, hizo lo que hoy dice que no hay que hacer: darles plata para que se vayan… Y se fueron, solo unos metros de ahí, pero suficientes para no molestar a esa “gente bien”, se fueron abajo,  al barrio Comunicaciones. Y ahí las víctimas fueron otros villeros;  entonces ya no le importó a nadie, y ahí sigue el conflicto. Si, el conflicto sigue… ¿pero cómo? ¿No dijo Anibal Fernandez en conferencia de prensa la semana pasada que el conflicto de la Villa 31 se había solucionado? Lo dijo, lo repitió 3 veces en una conferencia de prensa que duró como mucho media hora. Y seguramente la mayoría le creyó. Claro ¿Cuánta gente se mete en la 31 como para saber si Aníbal decía la verdad? Lo dije antes: habló para millones de televidentes, de votantes, de consumidores… y ellos creyeron. Hoy la Villa 31 sigue con problemas, y mientras se “solucionaba” el problema del Parque Indoamericano, se dieron nuevas tomas, esta vez en la Villa 31 bis.

La sociedad del espectáculo

Festejos del bicentenario, del día de los derechos humanos (mientras siguen muriendo pobres), “cultura para todos”. ¿Para todos? Mientras hay una política represiva a centros culturales, festejamos la cultura para todos. Festejamos el feriado de carnaval (con algunos justificados motivos por haber luchado tanto para recuperarlo), pero nadie se entera que en Merlo (por nombrar sólo un municipio, hay otros) los carnavales siguen prohibidos e incluso a murgas que antes les daban permiso para hacer corsos, esta vez les fue negado. Festejamos el carnaval para todos, pero hay un montón de murgas en barrios, villas y asentamientos totalmente abandonadas, y en algunos casos hasta atacadas por las instituciones. Mientras en el día de los Derechos humanos, algunas murgas le agradecían a Cristina (incluso algunas que hace dos o tres años le dedicaban la canción de critica, y con criticas pedorras y de derecha como que se hacía la extensiones y esas pavadas, pero hoy son todas K). Mientras tanto, en la Ciudad de Buenos Aires, la Comisión de Carnaval sigue discriminando. Pero ahora están todos contentos, ya no hay nada que pedir, nadie pidió justicia por Rubén Carballo, que además era murguero y bailaba en la murga Mata Mufa, ni por Rodrigo Corzo ni por muchos otros. Las murgas siguen siendo presentadas como porristas, como un adorno. "Vení a tocarme el bombo que te doy algo”. Eso sí. Sin muchas posibilidades de expresarse, porque todavía están quienes creen que las murgas no cantan, no dicen… No se expresan. ¿Cambiará esto con los feriados?

Desde la vida digna, la expresión, o el simple derecho a festejar un carnaval, los pobres siguen excluidos, o simplemente se los condena a ser usados, no porque no puedan hacerlo, porque no se lo permiten. La sociedad del espectáculo solo puede ofrecerles ese lugar, el de aparecer cada tanto en las grandes tragedias, el de permitir que algunos, de vez en cuando, puedan lavar sus culpas. O de salir en la sección de policiales, donde más se habla de las villas. En los últimos ocho años, me tocó presenciar muchas veces como desde distintos lugares se empezó a ayudar a mis amigos de la 31, o a la murga Los Guardianes de Mugica, de la cual formo parte, pero siempre fue un “hasta ahí”. Cuando aparece la autonomía desaparece el apoyo y aparece el boicot, y también las mentiras. (Basta ver:
http://guardianesdemugica.blogspot.com/2009/11/desmentimos-lo-dicho-sobre-nosotros-en.html  por sólo mencionar un caso. Pero hay mucho más  en el libro Guardianes de Mugica, Diamantes en el barro, escrito por Nelly.

“O estás con nosotros, o sos funcional a la derecha”

Hay que ser parte del espectáculo, aprovechar este momento. No hay que quedarse afuera, como dicen varios. ¿Quedarse afuera de qué? ¿No sería mejor tratar de no dejar a nadie afuera? Vuelvo sobre esta frase que más de una vez me la dijeron ante comentarios críticos sobre este gobierno: “no quedarse afuera”, la analizo y me da la sensación de que volvimos a los 90, al individualismo, al “no me quiero quedar afuera”, al querer ser parte de algo selecto. ¿No es funcional a la derecha expresar esa frase? Si un gobierno tiene entre sus pocas cosas buenas, como principal la de pelearse con la derecha y con ese argumento tapa lo otro ¿no es eso funcional a la derecha? Se han cometido errores en la historia, quizás el más mencionado, el del golpe del 55, donde mucha gente apoyó a esa impresentable “Union Democratica” ¿Qué culpa tenemos los que nacimos después? Demás esta decir que fue muy bueno que bajen el cuadro de Videla, que juzguen a los genocidas de ayer, o que no nos cobren por ver partidos de fútbol, pero ¿hay que conformarse con eso? ¿Hay que hacerse el boludo ante muertes evitables, ante muchas injusticias, ante el clientelismo político, las burocracias sindicales y las desigualdades? La militancia de moda es así. Muchas veces fue así. Las caras del che en remeras y mochilas de muchas más personas de las que solemos ver cuando hace falta que estén.

Me encantaría que para no ser funcionales a la derecha nos propongamos mirar al de al lado, buscar bienestar para todos, ser consecuentes en nuestras vidas. Puede ser que nos cueste caro, que perjudique nuestro “progreso individual”. Por ahí nos perdemos un trabajo bien pago, o nos comemos una noche en cana por ir a una marcha. Puede ser que a veces nos pongamos mal, que tengamos menos tiempo para estar “de joda”. Que por ser así nos nieguen subsidios, planes y prebendas. Puede ser. Que a veces lloremos de impotencia, que nos abandonen, que perdamos amigos. Pero en una de esas vamos a haber pasado por este mundo aportando algo, haciendo algo por los otros, dejando algo que valga la pena. En una de esas, podremos decir que vivimos con dignidad.

17 de diciembre de 2010


lunes, 20 de diciembre de 2010

Hito en la historia de la cultura popular contemporánea, la creación de este emblema en la reconfiguración del campo carnavalero porteño se recrea en este valioso aporte a la memoria colectiva de Enrique Molina



sábado, 18 de diciembre de 2010





“GERTUDRIS EN CASA LAMOTA” (*)


Por Alfredo Armando Aguirre




Gertrudis tiene noventa años. Los cumplió en julio del 2009. Vive desde que nació en una buhardilla del Pasaje La Piedad, en la ciudad de Buenos Aires.



Gertudris sale a dar la vuelta manzana. Solo cruza para ir a misa a la iglesia de La Piedad. Los fines de semana va a la Plaza del Congreso.



Gertudris vive sola, es viuda y sin hijos.



En la Esquina de Paraná y Bartolomé Mitre donde estaba Casa Lamota hay una playa de estacionamiento. Solo queda, de esa época, la casa de canevás para bordados en la esquina opuesta. Gertrudis parece vivir de recuerdos. En realidad ella percibe lo que otros no. Sus primeras visiones del Carnaval son las de cuando tenía cuatro años (o sea...). Eran tiempos de familias muy prolíficas, con muchos parientes en el interior.



Casa Lamota producía disfraces típicos (Oso Carolina, Colombina, Pierrots). Hacía propaganda en las revistas (luego lo haría en radio). Enviaba "contra reembolso" al interior. (Para las nuevas generaciones esto del “contra reembolso”, necesita aclaración, se trataba de un sistema muy utilizado por la gente del interior para comprar en las grandes casas de comercio de Buenos aires. La gente se enteraba por las revistas o diarios, de una determinada mercadería. Mandaba un giro por el correo y recibía en unos pocos días la mercadería comprada Todo se mandaba por tren.



Era un tiempo donde se iba de los Reyes al Carnaval; del Carnaval a la Semana Santa; de la Semana Santa a las Fiestas Mayas, de estas a las Fiestas Julias. Antes del Día de la Primavera, el aniversario de San Martín; terminaban las clases y se comenzaba a esperar la Navidad y el Año nuevo.



Esto se “matizaba” con fiestas de casamientos, bautismos y velorios



Siendo adolescente, sus primos y primas comenzaron a encargarle a Gertrudis, que les compre y les mande los disfraces de Lamota.



Es decir, de algún modo prescindieron del “contra reembolso”.



Y eso hizo; Gertrudis hasta que Casa Lamota cerró allá por los sesenta o setenta cuando se jubiló, del banco donde trabajó toda su vida.



Una de esas mañanas al llegar a la esquina, comenzó a pensar en los envíos que había hecho y en distintos puntos del interior argentina sus pensamientos cobraron vida…



En el museo de Lobería un manequín de madera y género, soportaba un traje de Colombina. Perteneció a una prima de Gertrudis que vivía en una chacra, cerca de Tamangueyú. Al lado del manequín, se había conservado una foto de la muchacha que databa de los bailes de Carnaval de 1934.



En el viejo baúl de madera, en la tronera de una vieja casa de Teodolina, sobreviviendo a la voracidad de las polillas, se apilaba un traje de Oso Carolina, que había lucido un sobrino nieto de Gertrudis en los carnavales del año 1947.



Prolijamente guardado, como una reliquia de familia, en una casona de Río Cuarto, se conservaba casi intacto, un traje de Pierrot, que aquel primo lejano, lució en los bailes de Carnaval del Club Estudiantes allá por fines de los treinta.



Por fin, en un viejo ropero, del caserón de Carmen de Patagones, colgaba el traje de odalisca, de aquella primita que murió trágicamente una noche de carnaval, cuando volviendo del corso de Viedma, se cayo de la lancha que cruzaba el río Negro y no pudieron rescatarla.



En los pensamientos de Gertrudis, pasaban más disfraces, disfrazados y lugares, mas vaya a saber por qué por esos vericuetos de la mente humana, sus pensamientos se detuvieron en aquellos disfraces encarnados en sus portadores y situados en esos lugares mencionados.



¿Qué habrá sido “de la vida” de esos disfraces?, se interrogó Gertrudis. Y la fantasía se apoderó de su imaginación, y se le ocurrió pensar, que sería muy lindo, reunirse con ellos para bailar una ronda, en la playa de estacionamiento, que funciona en el terreno donde estaba Casa Lamota.



El personal de la playa ya estaba familiarizado con la figura de Gertrudis. Ella solía dialogar con ellos, y ellos ya conocían muchas de sus historias. Aunque en lugar de repetirse, siempre los sorprendía con una nueva. Eran muchas décadas de recuerdos y cientos de trajes despachados al interior, cada uno con su correspondiente historia.



Gertrudis, venía de la época donde la telepatía estaba de moda, así que no le fue fácil convocar a los espíritus que se habían encarnado en cada unos de los disfraces en que estaba pensando.



Un día les comentó a los encargados de la playa de estacionamiento, que había invitado a unos disfraces amigos, para bailar un ronda allí mismo. Los encargados se miraron entre sí y le devolvieron una afectuosa sonrisa.



Fue una tarde de sábado, hace pocos días. En esos días a esa hora, la playa de estacionamiento está casi vacía.  Aparentemente… Si uno mira con detenimiento, puede ver en la esquina el cartel escrito con letras cursivas en color rojo, apagado por las inclemencias del tiempo: "Casa Lamota” (“Donde se viste Carlota”, como decía el “speaker” por la radio cuando pasaba la publicidad del comercio).



Si uno se acerca más, podrá ver en las vidrieras, montado sobre maniquíes hechos de pasta, los disfraces para el carnaval del año…



Unos días antes, Gertudris les había dicho a los encargados: "Muchachos: el sábado llegan cuatro amigos disfrazados para bailar la ronda, si quieren vénganse y traigan algunos de su hijos o sobrinos…"



Y así apareció esa tarde Gertrudis. Aparentemente, venía sola... Aparentemente.



Saludó al encargado de turno y le dijo: "Aquí están mis amigos". "Claro, claro…", así como siguiéndole la corriente, le dijo el encargado. "Hola, gente, como están."



Escuchó como un coro que le respondía: "¿Viste, vos que creías que no íbamos a venir? ¿Vos te creías que le íbamos a fallar a la tía?"



Y Gertrudis, extendió sus manos y comenzó a danzar la ronda…



Los encargados aseguran que para los carnavales del 2010 se hará un corso con todos los disfraces que diseminó Gertrudis por la Argentina. Por las dudas ya han hecho contacto con la gente de la nieve artificial, los choris, los baños químicos, uno que se anime a volver a fabricar papel picado, serpentina y pomos de plomo con agua florida.



Ustedes, ya saben: estén atentos; En los próximos carnavales, allí en Paraná y Bartolomé Mitre, enfrente a la Iglesia de La Piedad, donde quedaba (¿quedaba?) Casa Lamota, habrá corsos durante el fin de semana de Carnaval (claro, ahora  se podrán hacer el lunes y martes; esto era antes del Decreto de Cristina). Les paso el dato. Después no me digan que no les avise.


Buenos aires, 22 de Setiembre de 2009


(*) Escrito por invitacion de Agustín Abregú Assuma, de la murga tipo uruguaya Tute Cabrero.




































































Salute Carnaval

Escribe Félix Loiácono


Salute carnaval es una columna dentro de un programa de radio, Abramos la boca, que se emite por Radio Gráfica, FM 89.3. Vamos los viernes de 17.30 a 18 horas. Lo que me propuse, básicamente,  es que se pueda hablar en la radio de Cultura Popular, en el más profundo sentido de la palabra.

Las murgas, todos sabemos, tienen que ver con esto, pero, Carnaval es más que las murgas porteñas. Por eso a lo largo de la emisión se habla de agrupaciones de carnaval montevideanas, marplatenses, cordobesas, de autores de libros relacionados con la cultura no popularizada, etcétera.

Para poder desarrollar el contenido es fundamental el apoyo que brinda la radio. No sólo tengo amplia libertad, sino que también, los operadores están al servicio de la columna. Cuando hay que bajar música, emitir audios  y  - en esto quiero hacer hincapié -  cuando se requiere comunicarse con protagonistas de la cultura, no hay ningún problema en hablar con quien sea, en el lugar donde esté. Es así que hemos hablado telefónicamente con Córdoba, Mar del Plata, Uruguay. ¡Y hasta Francia!

La columna trata de estar al servicio del Carnaval, promoviendo y dando a conocer actividades, pensamientos y obra de los pilares de la Cultura Popular y no popularizada, la gente, los artistas del pueblo que forman parte del pueblo.






Fotografía de Félix Loiácono de Garufa de Constitución con bombo de murga

lunes, 6 de diciembre de 2010

INSTANTANEAS DEL CARNAVAL 2010 (V)

IN MEMORIAM



LEO Y MATIAS VIVEN EN LA MEMORIA CARNAVALERA DE SU PUEBLO



La alegría que la época de carnaval suele brindar a las murgas y a su barrio se entremezcla aquí con la tristeza y el dolor de una partida inesperada y trágica durante el mes de febrero. Leo y Matías, jóvenes murgueros del Centro Murga de Villa Urquiza, bailarán siempre junto a su murga amada.  Ya son estandarte y son leyenda.


Canción de  Homenaje a Leo y Matías de Los Fantoches de Villa Urquiza. Entonada a modo de recordatorio y tributo en cada actuación  durante el año de su fallecimiento. Voz solista y composición: Mingo Romano. Registro: Club Sin Rumbo, noviembre de 2010.




LEO Y MATI SIEMPRE PRESENTES
RETIRADA MURGUERA
Por Mingo Romano

HA LLEGADO LA HORA DE LA PARTIDA
Y NOS DUELE EL TENERLOS QUE DEJAR
ONCE MESES NOS SEPARAN EN LA VIDA
PARA VERNOS EN EL OTRO CARNAVAL

LOS FANTOCHES LA GRAN MURGA POPULAR
HA VENIDO SOPORTANDO UN GRAN DOLOR
Y CON LAGRIMAS MEZCLADAS AL SUDOR
AFRONTAMOS ESTAS NOCHES CON VALOR

SE VA LA MURGA
QUE ES EL ORGULLO DEL BARRIO DE VILLA URQUIZA
Y AÑO TRAS AÑO VA GANANDO SU SONRISA
Y LES DEJAMOS LA PROMESA DE VOLVER

LAS LEVITAS EMPAPADAS POR EL BAILE
DEL DESFILE QUE LES BRINDAMOS A USTEDES
LAAS CANCIONES Y LOS VERSOS NO SE OLVIDAN
Y TAMPOCO ESTE MOMENTO ALEGRE

Y AL IRNOS LES DEJAMOS AQUI GRABADO
EL RECUERDOS DE INOLVIDABLES NOCHES
DESDE EL CIELO DOS ESTRELLAS ILUMINAN
Y BAILAN JUNTO CON ESTOS FANTOCHES.






* Aporte testimonial de Sole