viernes, 25 de septiembre de 2009


DECLARACION DE LAS MURGAS DE

CAPITAL FEDERAL


LAS MURGAS VOLVEMOS A SALIR A LA CALLEEN DEFENSA DE NUESTRA CULTURA PORQUE EL GOBIERNO PORTEÑO NO CUMPLE CON LO ACORDADOY NOS RECORTA EL PRESUPUESTO


Las murgas porteñas tenemos desde hace más de 10 años un presupuesto anual para la realización del carnaval porteño en el marco de que fuimos declaradas en 1997 patrimonio cultural de la ciudad de Buenos Aires, pero este año el gobierno de Macri decidió en forma arbitraria e ilegal recortar a su gusto nuestro presupuesto.

En estos últimos meses, salimos a la calle a reclamar lo que nos correspondía y logramos un acuerdo firmado el 13 de agosto pasado con las autoridades de Cultura de que se nos iba a pagar lo estipulado en el presupuesto correspondiente al carnaval de febrero último, que por otra parte permanecemos a la espera del cobro.

Pero además ahora nos acaban de anunciar un nuevo recorte en el presupuesto (de una parte de la asignación votada en diciembre de 2008 en la Legislatura): se nos dijo que de los 500 mil pesos que se habían comprometido a pagarnos (correspondientes a esa asignación votada en la Legislatura) sólo había 170 mil pesos, con lo cual nos están recortando 330.000 pesos porque se les antoja.

Ante una nueva demostración de que el gobierno porteño no cumple con lo acordado y demuestra así el desinterés por los carnavales porteños, las murgas decidimos volver a salir a la calle para reclamar que cumplan con lo acordado, que cumplan con la ley de patrimonio cultural, que cumplan con el presupuesto votado, que cumplan con la palabra.

Por todo esto, el jueves 17 de septiembre las agrupaciones de carnaval de la ciudad de Buenos Aires nos concentramos con nuestros bombos, trajes y estandartes frente a la Legislatura y marchamos hacia la Jefatura de Gobierno, a partir de las 17.30 para impedir que sigan los recortes al carnaval y a la cultura popular.Recordamos que somos más de 100 murgas y 15.000 artistas populares, que realizamos cada febrero unos 40 corsos barriales y un espectáculo gratuito que los últimos años convocó a más de un millón de personas en cada carnaval.

Recordamos también que a mediados de los ’90 las murgas salimos a recuperar el carnaval para volver a organizarlo con sus distintas expresiones, momento en el que nos declararon patrimonio cultural y momento desde el cual salimos a reclamar por la restitución del histórico feriado nacional de lunes y martes de carnaval que, por medio de un decreto que hoy sigue vigente, nos quitó la última dictadura militar en 1976.

Con estos reclamos salimos a la calle: contra los recortes presupuestarios en Cultura, por la defensa del arte callejero, por la defensa del espacio público, por la alegría y el carnaval, por una cultura inclusiva que exprese nuestra identidad, por la cultura popular, por una ciudad para todos.

Nos solidarizamos con todas las artistas, trabajadores, instituciones y organizaciones culturales que en estos momentos están siendo avasallados por el gobierno de Macri.

Comunidad del Carnaval

Ciudad de Buenos Aires, 15 de septiembre de 2009


RODRIGO CORZO

En la madrugada del 28 de junio de 2003, a la altura del Puente Santa Rosa y el acceso Oeste, el Oficial Inspector CRISTIAN ALFREDO SOLANA del Comando de Patrullas de Hurlingham, decidió terminarc on la vida de Rodrigo con un disparo en la espalda. El sargento ARIEL HORACIO NUÑEZ, cómplice y testigo presencial, declaró no ver nada, por que sufre de vértigo y cuando subió al puente al mando del móvil policial, cerró los ojos y siguió manejando. Cuando se detuvo el auto a Rodrigo le “plantaron” un arma, por que además de que la familia sabía que no era de él, se lo pudo comprobar con pericias y testigos, y así lo afirman la fiscal y la jueza de garantías del juzgado de Morón.Tenía 27 años, era Técnico Mecánico, Técnico Superior en Administración Aduanera, manejaba los idiomas de inglés, francés y portugués, trabajaba en blanco y era percusionista de la murga Chinaka Murguera, pero por sobre todo era una persona que merecía seguir viviendo.

A 5 años de su asesinato seguimos exigiendo justicia.

El 22 de febrero de 2007 Cristian Alfredo Solana fue condenado a 16 años deprisión, por que se demostró que asesino a Rodrigo sin motivo.

Sin embargo el principal cómplice y encubridor el Sargento Ariel Horacio Nuñez,sigue "trabajando" en la comisaria 8° de Las Catonas de Moreno.

Este policía dijo durante el juicio que estaba orgulloso de Solana y de susacciones, es decir, que esta orgulloso de MATAR UN INOCENTE SIN RAZÓN.Por esto mismo se abrió una nueva causa por falso testimonio y encubrimientoagravado.Además se comprobó mediante pericias psicológicas y psiquiatricas que no sufrede vértigo, recuerden que el mismo había dicho que no vio cuando mataron aRodrigo por que cuando iba a subir el puente le dio un ataque de vértigo cerrolos ojos y siguió manejando con los ojos cerrados.

A todos los demás encubridores, en especial al ahora Capitán José Cresencio López, y a todos los policías de la ahora Jefatura Distrital, de las comisariasde Morón y Villa Ariza les decimos... ¡¡¡¡NO OLVIDAMOS!!!!! ¡¡¡¡¡NO PERDONAMOS!!!! ¡¡¡¡¡BASTA DE GATILLO FÁCIL!!! ¡¡¡¡¡BASTA DE IMPUNIDAD!!!



Aportes de Pablo Chinakero para Dale Murga

El 28 de junio de 2003 a la madrugada, Rodrigo Corzo, integrante de la murga Chinaka Murguera de Morón, se dirigía en el auto de su padre a la casa de la novia. En el cruce de Santa Rosa y Verdún, Castelar, fue interceptado por un móvil de la policía bonaerense. Luego de un supuesto enfrentamiento, una bala atravesó la tapa del baúl, el asiento del coche y se alojó en la columna vertebral del joven de 27 años. Según el oficial Cristian Solana y el sargento Ariel Núñez, uno preso preventivamente y el otro “testigo”, una persona que iba con Rodrigo se arrojó del auto al ver el patrullero y fue Rodrigo quien disparó contra los policías. Sin embargo, quedó probado que nunca existió dicho acompañante. Igualmente, los oficiales intentaron simular que hubo un enfrentamiento. Por eso, “plantaron” un arma en el auto del padre de Rodrigo y consiguieron dos testigos "truchos" con el objetivo de avalar su versión. La causa fue presentada en la Fiscalía Nº 7 de Morón, a cargo de la Dra. Bustamante. Días después, Solana quedó detenido en una comisaría de Villa Elisa. En agosto de ese año, la jueza de garantías del departamento judicial de Morón, Mónica López Osornio, le dictó prisión preventiva. El 10 de noviembre de 2004, María del Carmen Verdú, abogada de la Correpi, comentaba a Red Eco que se trataba de un caso paradigmático dentro de los que se denominan de gatillo fácil. "Un coche que la policía define en actitud sospechosa, un disparo y la muerte instantánea de Rodrigo. Posteriormente el encubrimiento, la modificación del escenario del crimen para hacer aparecer el enfrentamiento como hipótesis oficial, un par de testigos falsos que fueron absolutamente desenmascarados en la instrucción, y detalles objetivos acreditados pericialmente que determinan que no hubo ningún disparo desde el auto de Rodrigo, que no existió esa presunta segunda persona que, según los policías, se dio a la fuga y que sencillamente apuntaron, dispararon y lo mataron", declaraba Verdú. Aunque Solana está preso, Núñez sigue trabajando- presta servicios en la comisaría de Las Catonas en Moreno- a pesar de que dijo que no vio nada porque "sufre de vértigo, entonces al subir al puente del acceso cerró los ojos y aceleró". El Tribunal Oral Nº 5 de Morón fijó la fecha de juicio recién para el 12 de febrero de 2007. Dado el largo período de demora, la familia juntó 4000 firmas para que adelantaran la fecha pero no dieron lugar al pedido.

Paula Mesa Suárez-Red Eco Buenos Aires
Fuente:
www.indymedia.org


Lisandro Barrau
Murguero de Los Cachafaces de Colegiales, asesinado el 13 de junio de 2004
Estudiante fusilado por la Policía
El pasado domingo 13 de junio, la Policía fusiló impunemente a Lisandro Barrau, un joven como cualquiera de nosotros, estudiante de 26 años que tocaba en la murga "Los Cachafaces" de Colegiales.
Esa noche cuando viajaba en su moto junto a su amigo Marcelo, un retén policial intentó interceptarlo, como todos los días le sucede a miles de jóvenes que salen a divertirse.
Al no poder frenar por la velocidad en que venían, un suboficial de la Policía Federal desenfundó su arma, le quitó el seguro, presionó el gatillo apuntando por la espalda a la nuca de Lisandro, que murió minutos después luego de que la misma policía se negara a prestarle asistencia médica.
Por otro lado, la versión del policía Matías Tarditti dice que "fue un accidente". Tiene que quedar bien claro que, semejante fusilamiento, no fue ningún accidente. Y que este no es un caso aislado, "un error" como siempre dicen. Todos los días miles de jóvenes son parados y golpeados por la Policía y existe una larga lista de casos de gatillo fácil como: Walter Bulacio, Sebastián Bordón o Carla Lacorte (una estudiante que también fue baleada por la espalda por lo que tiene que usar una silla de ruedas).
Ante la impunidad policial, se realizó una multitudinaria marcha frente a la comisaría 31a., de Cabildo al 200, blanco de la furia e indignación de amigos y vecinos.
El asesinato de Lisandro no puede quedar impune, este asesino tiene que pudrirse en la cárcel, para esto, los estudiantes y jóvenes que sufrimos la represión policial tenemos que movilizarnos y organizarnos junto a los centros de estudiantes y los organismos de derechos humanos para hacer una gran campaña que termine con la policía del gatillo fácil, empezando por encarcelar a todos los asesinos impunes.
Concentración frente a la comisaría - La murga los"Los Cachafaces" de Colegiales frente a la comisaría, con el bombo que tocaba Lisandro reclamando "Justicia para Lisandro"
"Justicia para Lisandro"
http://www.ayl.org.ar/masinfo.php?id=354
Autor: Juan de Caminamos Preguntado-
De cuando un bombo quedó huérfano
Crónica del asesinato de Lisandro Barrau Siendo las 19:45 todas las voces se acallaron y la emoción reinó en la calle Cabildo al 200. Un grupo de bombos se acercó a las puertas de la comisaría 31 haciendo sonar una murga, pero era una murga distinta. Había un bombo que estaba solo, tenía una foto pegada que gritaba "Justicia" y no se dejaba tocar por nadie, hubo alguien que se encargó de que el responsable de tocarlo ayer a la noche no haya estado. Marcelo Tedesco iba caminando por Nicaragua y Bonpland buscando a su amigo Lisandro para irse a bailar. En esa esquina un policía lo paró y, de muy mala manera, le pidió documentos y lo palpó contra la pared - escena que pensábamos había dejado de existir junto con los edictos policiales, pero parece que la institución policial ya se adelanta al nuevo Código de Convivencia-. Siguió caminando un par de cuadras hasta que se encontró con Lisandro que iba en su moto, se subió y encararon nuevamente a esa esquina asesina. Unos metros antes de llegar a la esquina, 3 policías les salieron al paso. Mientras Lisandro intentaba una maniobra para no atropellarlos y mientras iba frenando sintió primero un manotazo que lo intentó tirar de la moto y luego un tiro que logró finalmente ese cometido. Matías Tarditti es el nombre del policía que nos hizo recordar las peores épocas de la represión pidiendo documentos sin ningún tipo de argumento, y él mismo fue quien apretó el gatillo del arma que terminó con la vida de Lisandro. Lamentablemente no sabemos los nombres de los otros dos que, no solo interrumpieron el paso de la moto, sino que luego del asesinato no quisieron llamar a una ambulancia ni llevar a Lisandro al hospital. Alrededor de las 20:00 apareció en una esquina, sin ser visto por los medios, el hermano de Lisandro, Manuel con quién no solo comparto el barrio sino que también compartí varios vestuarios en Club Atlético Banco Nación. Por alguna razón, que todavía no puedo descifrar, no pude acercarme, no pude decirle nada, ni siquiera saludarlo. Será que hace mucho tiempo que no lo veía y, por ahí, este tipo de situaciones no están echas para reencuentros. La murga iba acallando sus sonidos cuando el cinismo policial se hizo presente por segunda vez en el día. La primera había sido a las 8 de la mañana cuando la misma comisaría 31 puso un retén de control a nada mas que cuatro cuadras de la casa de Lisandro. Ésta, la segunda, empezó cuando un policía se subió al techo de la comisaría destrozada el día anterior para filmar a los manifestantes. Una provocación absoluta merecedora de huevazos y piedrasos que, lamentablemente, no lograron mover a ese soldadito que obedecía la orden debidamente. En ese momento entraron a la comisaría la madre de Mariano Wittis y dos de las madres de los chicos asesinados en Floresta para exigirle al comisario que deje de filmar. Afuera quedaron el padre de Sebastián Bordón y otras madres y padres que acompañaban el dolor de amigos y familiares. Estaban los que tenían que estar, los amigos de la murga, los amigos de Excursionistas, los vecinos de Colegiales, los vecinos de Palermo, los familiares de victimas del gatillo fácil, y todos los que queremos que esta policía cómplice de la ida de los 30.000, no se siga llevando más, como algún grito recordó, de los 2000 que ya se llevó en estos años de democracia.
Rosario - Martes 15 de junio de 2004
CLAMOR DE JUSTICIA POR EL CRIMEN DE LISANDRO BARRAU, BALEADO EL DOMINGO POR UN POLICÍA
Piedras y huevos contra una seccional de Palermo Familiares de víctimas de gatillo fácil acompañaron la protesta. Matías Tarditi, el policía de la Federal acusado de matar a Lisandro Barrau antenoche en el barrio porteño de Palermo, dijo ayer que no quiso disparar y que el hecho fue un "accidente". Así lo expresó durante la declaración indagatoria realizada ayer ante el juez Ricardo Warley. Tras cumplir con el trámite, el efectivo quedó detenido. En tanto, familiares, amigos y vecinos de Barrau reclamaban justicia frente a la comisaría 31ª, donde arrojaron pintura negra y huevos y dejaron velas encendidas en señal de luto. El momento de mayor tensión ocurrió cuando los manifestantes descubrieron que desde la terraza de la seccional los estaban grabando en video, por lo que comenzaron a arrojarle huevos y piedras al efectivo que los filmaba. La División Videos de la Policía Federal había instalado ayer al mediodía una antena en el techo de la comisaría, por lo que los jóvenes sospecharon que estaban siendo transmitidos en directo a alguna dependencia policial. La protesta por el crimen del estudiante comenzó con la presencia de la murga Los Cachafaces de Colegiales, a la que pertenecía Lisandro, y luego llegaron más de 200 personas. Para finalizar el acto, padres de víctimas de la violencia policial, entre ellos los de los chicos de Floresta, de Sebastián Bordón y de Ezequiel Demonty, se tomaron de las manos junto al defensor del Pueblo adjunto porteño, Gustavo Lesbegueris, y cantaron el Himno Nacional.
El crimen
El policía, quien se desempañaba en la comisaría 31ª desde diciembre de 2003 y hacía solo un año que formaba parte de la Federal, fue puesto además en disponibilidad preventiva por la fuerza.Tarditi está acusado del homicidio del estudiante y miembro de una murga de Colegiales cometido en la madrugada del domingo, cuando el joven se trasladaba en una moto con un amigo por el cruce de Bonpland y Guatemala.Ayer por la mañana, Marcelo Guadagno, el chico que iba en la moto con Lisandro, habló sobre lo ocurrido. Y dijo que, a su entender, el agente que les disparó "estaba muy sacado, como si estuviera drogado".Guadagno, de 22 años, contó que antes de encontrarse con Lisandro había ido a un bar de Palermo para buscar a otro amigo. Y que el policía Tarditi, detenido por el caso, lo paró, le pidió documentos y lo palpó de armas. "Me trató muy mal. Estaba medio sacado, parecía drogado. Y cuando vio que yo no tenía nada, se fue", reveló el joven.
El joven aseguró que después fue a otro bar. Y que luego lo pasó a buscar Lisandro con su moto. Tenían pensado ir a bailar. Minutos después, llegó la tragedia. "Tres policías se pusieron en el medio de la calle, cortándonos el paso; no llegamos a sobrepasarlos, cuando llegamos a donde estaban ellos (en la esquina de Bonpland y Nicaragua) se nos arrojaron encima, tirándonos la moto. Y ahí se escuchó el disparo", precisó. Guadagno dijo que después del hecho, Tarditi, a quien identificó como el autor del disparo, "se agarraba la cabeza". Pero afirmó que ni él ni los otros dos policías que lo acompañaban quisieron llamar a una ambulancia. Y que incluso, le negaron un celular para solicitar auxilio. "Ninguno me vino a ayudar. Y después llamaron a una ambulancia diciendo que había sido un choque y no un disparo de arma de fuego", afirmó.
Según Marcelo, el balazo "vino desde atrás". Sin embargo, no quiso especular sobre por qué se efectuó el disparo. "No sé si se le escapó, supongo que no porque un policía el arma la sabe usar", afirmó. Y aseguró que el efectivo en ningún momento dijo que se le "había escapado" un tiro.








JONI Y JORGITO




Por Cristian Alarcón




El comedor popular Juanito Laguna iluminado por la luna llena del jueves brilla en un extremo del barrio, que a un mes del asesinato de dos de sus pibes sigue sin levantar el volumen de la cumbia y el rock and roll. El Barrio Mitre, en Saavedra, está de duelo. Sólo el retumbar de la murga se deja escuchar por los ensayos del Carnaval. Aunque es de noche, la ronda se forma bajo un árbol, donde alguien coloca las sillas de plástico para que se siente la madre de Jorgito Martínez, uno de los pibes que murió de tres tiros en la espalda cuando lo persiguió un sargento de la bonaerense. La mujer ya cocinó como todos los días para cientos de chicos. Habla con el delantal puesto y la voz templada por el dolor. "Hacía poco tiempo que salía a robar. Yo lo quise frenar, pero él siempre me contestó con las mismas palabras: `no pasa nada, mamá'. Los chicos de ahora se creen dueños de la verdad, del mundo. Ellos dicen que viven por los códigos, y que no los pueden quebrar.


"Página/12 contó el miércoles pasado la historia de este doble crimen suburbano y un dato desconocido: el mismo policía había eliminado a otro ladrón seis años atrás. Lo que los medios habían publicado tras la última Navidad era la cruda noticia policial: persecución y tiroteo en la Panamericana, dos delincuentes muertos. Primero cayó Jorge Andrés Martínez, "Jorgito", con un tiro en la nuca y dos en la espalda. Luego, cuando llegaban avanzando por la colectora en contramano, de provincia a Capital, casi en la General Paz, Jonathan Lorenzo, de 24 años, recibió cinco disparos, todos por la espalda. Fue el 24 de diciembre a las cuatro de la tarde.


Pasó un mes hasta que la familia de Jonathan se contactó con Sabina Sotello, presidenta de la Organización Por la Vida, una ONG de derechos humanos y madre de Víctor Manuel "El Frente" Vital, el chico conocido como "el santo de los pibes chorros", protagonista de un libro escrito por este cronista, Cuando me muera quiero que me toquen cumbia. Magdalena, la mamá de Jonathan, y Sabina pasaron dos horas conversando sobre el caso hasta que se mencionó el nombre del asesino de Víctor. "El que mató a mi hijo se llama Héctor Eusebio Sosa", dijo Sabina. "El que mató a mi hermano se llama Héctor Eusebio Sosa", dijo Pablo Lorenzo, el hermano mayor de Jonathan. Una serie de casualidades los había juntado. Unos de Saavedra, los otros de San Fernando, ahora viviendo en Don Torcuato, no tenían mayores puntos en común. De pronto el destino fatal y la misma mano ejecutora del tirador los unía en la tragedia.


El respeto


La luna se proyecta sobre el Barrio Mitre, en el fondo de los pasillos anchos y prendidos. Las familias saludan el paso de los hermanos Lorenzo. Pablo y Emiliano lideran la murga Los Fantasmas de Saavedra, que está por comenzar su ensayo. Emiliano cuenta la vida de Jonathan: una vida rara, dice. En los últimos años había cambiado un par de veces. Primero estuvo preso un año y un mes por un robo sin armas a un locutorio. Estaban escabiados, dicen. Fue un deshonor que lo engancharan junto a otro y a una novia bien, una buena piba de Olivos. Salió con ganas de rescatarse. Como Pablo es motoquero, le consiguió trabajo en una mensajería. Después fue repartidor de La Farola y de un restaurante de sushi. Fue la época en que un peluquero del barrio lo convenció: Jonathan, de pronto, se convirtió al evangelio. Durante varios meses dejó la cerveza, el fernet y las drogas. Se obsesionó con recuperar a la novia de la adolescencia. Con Sabrina habían tenido un hijo, Elián, que ya cumplió los siete años. Sabrina, que también se dejó tocar por el milagro de la religión, le creyó. El se bautizó y después se casaron en una ceremonia inolvidable. Ahora Sabrina está embarazada de seis meses.


Pero su compromiso con los mandamientos duró poco. Tras el casamiento se fueron a vivir a un departamento en Drago. Al poco tiempo él volvió a los consumos. Y aunque trabajaba de lunes a viernes como mensajero, los fines de semana regresaba a la calle. "Eran tres, cuatro pibes que les daban a las cajas del Coto. A Jonhy le gustaba sacar pecho", reconoce Pablo. Si hay algo que, además de compartir verdugo, acerca la historia de Jonathan y Jorge a la del mítico Frente Vital, es esa manera en que sus seres queridos pueden hablar de sus historias y decisiones sin ambages, con la claridad de quien conoce las reglas escritas y no escritas. "Me lo podía imaginar preso, uno puede aceptar que ésas son las reglas, que si hacen algo malo la ley los castigue –dice Magdalena, la madre–. Pero no puedo aceptar que los fusilen. Mi hijo estaba escapando pero le dispararon cuando estaba indefenso. No pudimos cruzarle las manos en el pecho cuando lo pusimos en el cajón porque las tenía cerradas tal como había agarrado el volante de la moto.


"Durante los últimos tres meses los primos Jonathan y Jorge parecían una sola persona. En el barrio los recuerdan como un dúo gracioso: eran simpáticos, lindos, de alguna manera ganadores. Como Jonathan había entrado en una crisis de pareja, pasaba el tiempo en la casa de Jorge, que vivía a su vez con su padre. Durante el día se mudaban a la casa de su hermana Romina o a la de su mamá. Todo en el Barrio Mitre queda a media cuadra. Así que este territorio era el que los circundaba. Su presencia se puede notar en el ánimo de los que se acercan. Un silencioso protocolo hace que cada amigo, cada compañero de la murga o de la cancha, se acerca para presentarse. Al funeral fueron 500 personas. Treinta motos. Cincuenta autos. Un micro lleno. "No eran los chicos más educados porque habían dejado la secundaria, pero tenía respeto. Al mayor lo trataban de usted. A la señora que veían con las bolsas en la feria, la ayudaban hasta su casa. No eran barderos. Más de una persona se sorprendió porque robaban", dice Romina bajo el árbol sobre el que cae la noche.


Los códigos


Jorge había llegado a los 19 flaco, largo, ducho para el fútbol, con una novia linda. Dejó en segundo año, pero con la nueva pareja de su madre aprendió albañilería y trabajó en varias obras. El verano pasado hizo la limpieza en el Parque Sarmiento, donde Olga trabaja hace cuatro años como empleada del gobierno porteño. "Pero después se enojó porque pagan poco y recién en junio. Yo le decía que volviera pero ya su mente estaba en otro lado", dice. A Olga el dolor no le ha dado tregua. Al comienzo no puede hablar. Se le cierra la garganta, dice. Pero avanza cuando se acerca al milagro de ese parto. "El era mi bebé. Cuando nació pesó un kilo. Veintidós días estuvo en el incubadora. Salió con un kilo 770 gramos. Como ni siquiera le entraba la ropa de prematuros yo le compraba ropa de muñecos. Era un cristal, no se podía fumar, no se podía echar perfume. Yo sabía que Dios me lo había prestado, que no podía ser para siempre –piensa Olga–. Pero si hay algo que me tranquiliza es que vivió como él quiso. Era muy alborotado. No entiendo por qué se le dio por hacer esto."


Olga habla como hace siete años Sabina sobre su relación con el Frente Vital. Lo ayudaba, a él no le faltaba nada, con sus dos trabajos podía comprarle las zapatillas, del comedor llevaba la cena todos los días. ¿Qué más quería? Romina lo atormentaba: "Dejá eso. Dejá de joder". El le respondía: "Hay códigos. Se entra pero no se sale". En ese tiempo de preocupaciones Olga miraba el único programa de TV que narra la pobreza del conurbano. En Policías en acción se puede ver el destino penal de la pobreza. Allí imaginaba a su hijo, en manos de esos hombres fuertes, golpeado, insultado, encerrado. Pero la cámara testigo no llega a mostrar gatillos fáciles. Así que nunca lo imaginó muerto. "Me moría de dolor de pensar que lo iban a hacer pasar por eso. Eso me imaginaba yo, que me lo iban a llevar preso, pero no esto, esto fue una masacre."


Magdalena también combatía con su hijo Jonathan, sin éxito. "Nunca le acepté diez pesos. Como le llamaba la atención se iba. La verdad es que eran unos pibes, ellos querían ser ladrones pero no lo eran, no llegaban a tener esa estatura. Robaban porque querían salir a bailar a Bus, al Tropitango, que era donde iba el Frente; llevar la novia al cine. No sé cómo explicarlo, ellos no eran dos matones", dice. Todos insisten en reconocer que las dos víctimas del policía bonaerense, el Paraguayo Sosa, como muchos otros delincuentes eventuales evitaban los enfrentamientos armados. Hacen hincapié en lo que figura en la causa judicial: el día del raid fatal primero intentaron entrar a una casa de Olivos. Como su víctima se resistió, aún estando armados, se retiraron hacia otro objetivo sin agredirlo. "Hay un pibe que cuenta que con mi hermano un día robaron un auto, el chofer, encañado, se bajó –cuenta Romina–. Y cuando ellos iban a arrancar, escucharon: `papi, papi'. Entonces se bajaron, y se fueron caminando. No le devolvieron las llaves para que el tipo no corra a llamar a la policía, pero le dejaron el auto ahí, porque con chicos no se metían."¿Cuales son los códigos de los que se habla en el barrio? Dicen: respetaban los horarios, no se metían con la mujer de alguien preso, iban a visitar a los que estaban en la cárcel y si se enteraban de que un gil había robado a alguien en Ruiz Huidobro, a la salida del barrio, ya entre las coquetas casas de Saavedra, lo apretaban. Los Miel, como se decían el uno al otro los primos ("qué hacés Miel, vení Miel, subí Miel"), "tenían, a pesar de todo, un sentido de comunidad, un sentido de pertenencia", dice Pablo Lorenzo. "Ni ellos hubieran querido ni nosotros, ni los pibes que todavía los lloran, hubiéramos querido tampoco, que a Sosa lo mataran. No pedimos muerte. Pero él los fusiló y vamos a pelear para que vaya preso."


lunes, 21 de septiembre de 2009

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FUE HACE TANTO TIEMPO

Cuento



Por Gustavo "Tavi" Antón



Dando una vuelta manzana, de madrugada, fumándome el último faso del paquete y pensando: “Fue hace tanto tiempo…”
¡Cómo pasa el tiempo, carajo! ¿Cuánto tiempo pasó desde que éramos pibes y recorríamos casa "La Mota " de punta a punta para conseguir la mejor calavera? ¿Cuánto tiempo pasó desde que salíamos a los piques de "La Valenciana" con las moscas de lentejuelas recién choreaditas y desde cuándo con las últimas monedas el sábado a la mañana pasábamos a buscar la última tirita de Marabú por lo de "Arditi " en la barranquita de Boedo?
¡Uh, hermano! ¡¡¡Qué vidurria, por Dios!!! ¿Te acordás? ¡¡¡Nos poníamos la pilcha a las tres de la tarde!!! Nos íbamos a tomar un helado a Boedo y nos paseábamos para las chicas del barrio y armábamos las citas para la noche en el corso o en el Nilo o en Danel… ¡¡¡Qué langas!!! ¡¡¡Qué nivel!!!
Una vez me acuerdo que había enganchado una muy fea y los pibes me volvían loco pero uno de los grandes me enseñó: “Mirá, tienen razón, es muy fea pero llevátela igual porque mientras vos te la llevas estos giles se van a hacer la paja sólos a su casa”. ¡Qué grande! ¡¡Antes los pibes grandes te enseñaban!! ¿Te acordás?
Dábamos vueltas por todo el barrio hasta que bajara el sol y empezaran a llegar los camiones. Si estábamos muy pero muy al pedo nos metíamos en el cine para que pase el tiempo… ¿Cómo? Sí, sí, vestidos de levita ¡nos metíamos en el cine! Éramos amigos del pibe que con la moto traía las latas con las películas y nos hacia entrar. Nos veíamos un rato de cualquier película y volvíamos a salir. Íbamos hasta la esquina y si todavía no había nadie, ¡volvíamos a entrar!
Así eran los sábados y domingos de febrero, sábados y domingos de carnaval, sábados y domingos de murga, con la barra, con los pibes, todos juntos caminando por la vida sin dramas, sin histerias, con sueños de directores, con admiración por los grandes. 
Nada, me quemé los dedos con la última seca, la vuelta fue cortita y entro cagando, tengo ganas de compartir mi momento, ¿sabés? Te mentí, no fue hace tanto tiempo, si parece que fue ayer…








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Fotografías:

1) Archivo de Gustavo Aníbal Antón. Circa año 1985. Gustavo "Tavi" Antón con su hijo Nicolás en brazos en el Centro Murga Los Cometas de Boedo.
2)Archivo de Gustavo Aníbal Antón. Año 1986. Los Fantoches de San Cristóbal. Parados de izquierda a derecha: El Negro Tony, El Negro Luis, Memo (Hoy en Los Caprichosos de San Telmo), El Negro Tito (anteriormente en Los Cometas), Gustavo "Tavi" Antón (anteriormente en Los Cometas y actualmente en Los Cometas), El Gordo Titi (anteriormente en Los Cometas). Agachados de izquierda a derecha: Gallego Mosca (anteriormente en Los Cometas y luego una vez más en Los Cometas), Rodolfito (anteriormente en Los Cometas y actualmente en Los Cometas).
3) Archivo de Gustavo Aníbal Antón. Año 1986. Roberto "El Coloradito" Gutiérrez y Gustavo "Tavi" Antón en el Centro Murga Los Fantoches de San Cristóbal.

4) 1959 - 2009 Estandarte de Los Cometas de Boedo en su cincuentenario

5) Gustavo "Tavi" Antón sobre el escenario. Carnavales de 2009.


Fuentes de todas estas imágenes:

sábado, 12 de septiembre de 2009



DESPERTANDO A MOMO
Centro Murga Los Reyes del Movimiento de Saavedra




Corre el mes de octubre del año 1996. En el Anfiteatro de ATE en la calle Belgrano - se presenta el espectáculo "Despertando a Momo". En uno de sus cuadros, fulgurante e inolvidable, Daniel "Pantera" Reyes baila una versión del Bolero de Ravel con paso de murga junto a la bailarina chaqueña Silvia Lescano, quien hace su aparición en escena con el torso desnudo sugestivamente pintado de plateado. Llega, entonces, el Príncipe Momo para seducirla y envolverla en la danza. La innovación en la combinación estética produce una fusión asombrosa.











En primer plano Rodolfo "Fito" Bompart. De espaldas, Daniel Reyes.


Domingo "Mingo" Romano y Rodolfo "Fito" Bompart acompañados de bailarines y bombistas

viernes, 11 de septiembre de 2009

Niñxs jugando al Carnaval




Cuenta Ale del Centro Murga Profetas del Carnaval de Rafael Calzada: " Esta foto es en el corso de Los Dementes en marzo del 2008; despues de haber hecho la presentación profética, recien ahí - aunque los niños sean niños - les compramos la espuma para jugar al carnaval como todos los vecinos. El peque varón es mi sobrino Ciro, la más chiquita es Meli y la otra nena es Solange. Las fotos las sacamos las babosas de la tía y de la madre (mi hermana), tambien parte de Profetas las dos. (...) La foto a mí me encanta porque muestra aquello por lo que tod@s los murguer@s luchamos: corsos gratuitos y los feriados de carnaval. ¡Qué lindo que todas las familias tengan aunque sea una imagen así en su album! ¿No?"
ARRUINADOS POR LA QUINIELA



Cuenta Guillermo Grappi del Centro Murga Los Viciosos de Almagro que esta fotografía le fuera enviada para contribuir a la puesta en común de memoria murguera en Dale Murga por su amigo personal José Antonio Rodriguez Couto. Se trata de su murguita infantil Arruinados por la Quiniela actuando en el corso de la calle Zapiola en la localidad de Bernal, Provincia de Buenos Aires en el año 1959.

"... Arruinados por la Quiniela
Los viene a visitar
Saludando a los presentes
Hasta el próximo carnaval..."



Cuenta Graciela Zavala: " Esta es una foto del domingo 30 de agosto en Parque Centenario durante el Festival por la Defensa de la Cultura Popular. Me causa mucha gracia pues estamos algunas del PAMI Pituco y los Pituquitos con sus mamis. Y al costado un joven con discapacidad mental que es un integrante de fierro de nuestra amada murga. Asi desfilamos ese día (los jóvenes no se donde andaban...) y dimos toda la vuelta al alrededor del escenario... ¡¡¡Atrás de nosotros no hay nadie más porque nadie nos siguio!!! Todos avanzaron, se pararon frente al escenario y nosotras no sabíamos porque corno seguimos... Fue muy divertido... Además marchábamos re convencidas... "¡Qué nadie se nos cruce, eh!", decíamos entre nosotras. La cutura popular porteña está recibiendo palos del gobierno que no sólo no la apoya sino que la combate pero pese a todo se mantiene activa y da pelea a través de su arte y sus movilizaciones." ¡¡¡Ojo con el PAMI PITUCO!!!"


MURGAS PORTEÑAS REALIZARON FESTIVAL EN DEFENSA CULTURA POPULAR

Texto tomado de la web de la Agrupación M.U.R.G.A.S.


Las murgas de la ciudad de Buenos Aires realizamos el domingo 3O de agosto un festival en "defensa de la cultura popular" ante los recortes presupuestarios en el área y el cierre de distintas actividades artísticas dependientes del Ministerio de Cultura del gobierno porteño."Por el carnaval, la cultura popular y el espacio público para todos", fue el lema del encuentro que convocó a más de 50 murgas en Parque Centenario (donde los Desconocidos de Siempre realizan los encuentros de murgas los últimos domingos de cada mes desde fines de agosto, por lo cual cedió el espacio a todas las murgas)
A todo color y con un día espléndido, y con la adhesión de numerosas organizaciones sociales, unas 15 murgas ofrecieron un número murguero en el escenario y unas 40 estuvieron bailando ofreciendo un verdadero espectáculo carnavalero.El festival se enmarcó dentro de las protestas que venimos realizando las murgas desde mayo pasado en defensa de los carnavales, de la cultura popular, y tras el fuerte recorte presupuestario que sufrió el sector, el que fue rectificado por las autoridades a través de un acuerdo firmado días atrás. En el marco de las jornadas de protesta, las autoridades de cultura se comprometieron a mantener el presupuesto ya acordado.
Asimismo, continuamos nuestra lucha por la defensa de la cultura popular y la garantía de la realización de los carnavales barriales rescatando la identidad porteña. Nos pronunciamos en contra de los ataques que van desde la paralización de las obras del Colón, el cierre de la Orquesta Académica, la desfinanciación de los teatros y centros culturales, y el ataque a centros alternativos y al sector de circo y títeres. En una declaración decimos que estos ataques, en su conjunto, representan la más brutal ofensiva contra la cultura que recuerde la ciudad de Buenos Aires desde la llegada de la democracia en 1983 y que proponen una cultura privatizada, elitista y antipopular.
Nos pronunciamos en contra de desnaturalizar el carnaval, que en la ciudad tiene un carácter callejero y barrial, libre y gratuito. Recordaron que la comunidad del carnaval abarca distintos sectores sociales, que en los últimos años en los carnavales actúan más de 15.000 artistas populares que participan en las murgas, y que son entre 8 y 10 las noches de corsos en los distintos barrios porteños, a los suelen asistir a lo largo del carnaval alrededor de un millón de porteños.